El enigmático Monsieur de Sainte-Colombe
La música antigua también encierra misterios, no tantos como la arqueología, pero igualmente atractivos como combustible para la imaginación.
Uno de los más notables es el de la personalidad de Monsieur de Sainte-Colombe, un intérprete y compositor para viola de gamba del que apenas sabemos nada, ni tan siquiera su nombre de pila, por lo que ha pasado a la historia como “señor” de Sainte-Colombe.
Dado que vivió en la Francia de la segunda mitad del siglo XVII, una época relativamente cercana en el tiempo y bien documentada, resulta muy raro que conozcamos tan pocos detalles de su vida.
Por otro lado, este “hueco” o falta de información ha permitido que sean válidas todas las posibles elucubraciones y recreaciones del personaje, como es el caso del largometraje Tous les matins du monde de Alain Corneau, que relata las relaciones entre Sainte-Colombe y su genial alumno Marin de Marais.
Esta película, estrenada en 1991, presenta a un Monsieur de Sainte-Colombe huraño y retirado de la vida social tras la muerte de su mujer, que acepta impartir lecciones de viola de gamba a Marais.
Lo cierto es que esta enseñanza duró muy breve espacio de tiempo y Marin de Marais triunfó enseguida como músico de la corte de Luis XIV.
De lo poco que se sabe de él parece ser cierto que vivía bastante apartado de la sociedad en su casa de Saint-Germain l’Auxerrois, París, y que era de natural modesto y reacio a recibir honores y homenajes.
En su obra de 1732 Le Parnasse Francais, Evrard Titon du Tillet relata que Sainte-Colombe era aficionado a ofrecer recitales en los salones de su propia mansión, en los que dos de sus hijas le acompañaban a la viola de gamba.
A pesar de que no nos ha llegado su personalidad ni prácticamente los hechos de su vida, si que hemos recibido su extensa obra.
Los sesenta y siete Concerts à deux violes esgales y las más de ciento setenta piezas para viola solista de siete cuerdas le convierten en el más prolífico compositor para este instrumento anterior a Marais.
Por cierto, se cree que fue él el que añadió la séptima cuerda al instrumento.
Poco más que decir y mucho que escuchar de este genio de la música antigua.
Sieur de Sainte-Colombe
El gran misterio que nubla nuestros ojos al conocimiento de la personalidad de Monsieur de Sainte-Colombe no debe, empero, ser obstáculo para acceder a estados superiores de conciencia y profunda meditación a través de su música, donde en palabras del insigne escritor Hermann Hesse, es posible anular el tiempo y así escapar a la ley de la necesidad que oprime la existencia humana.En todo ello reside un algo magnífico a la vez que enigmático.
Soy de la opinión que es un completo error del hombre moderno, su perniciosa tendencia a rechazar los estados de tristeza, producto de ambientes lúgubres, silenciosos, oscuros y huraños. Y es que nada de lo que he mencionado dentro de ese gran universo de “tristeza” es realmente comprendido por la sociedad actual.
Es imposible conocer la auténtica felicidad y llegar a ella, sin antes pasar por la auténtica melancolía.
La luz que se jacta de viajar más rápido que cualquier cosa, se sorprende siempre al comprobar que la oscuridad ha llegado primero a todas partes, con el único fin de conferir sentido y razón a todo lo así llamado luminiscente. Hay en todo ello un secreto filosófico cuyas leyes fundamentales sólo son para los “locos puros”.
¿Cómo hallar el camino si no es a través de la sombra, rodeados de silentes rostros que sin embargo aúllan en la propia oscuridad? Efecto de risas y mofas habrán de producir aquellos que, ufanándose de conocer el sentido de la alegría y la felicidad, rehúyen de la tristeza y la melancolía en donde residen las más inquietantes cuestiones filosóficas del Sí Mismo, causa de espanto para las mentes cobardes.
Todo el Universo y el sentido de la vida descansan sobre dos pilares fundamentales, opuestos el uno del otro, de contratipos complementarios en masculino y femenino, seco y humedecido, bien y mal, luces y sombras.
Ninguna pieza del conjunto puede ser movida sin alterar a las demás en el gran concierto cósmico.
De ahí que jamás habrá de alcanzarse del estado de plenitud en la alegría sin conocer las regiones yermas de la más absoluta tristeza y ausencia.
Sin su par inevitable, la alegría tan sólo es un profundo pozo de vacuidad, simpleza y grotesca vergüenza. Para que un árbol alcance con sus copas el firmamento, deberá primero hundir sus raíces en el Hades.
La música antigua está dotada de esa maravillosa capacidad de albergar el juego de las luces y las sombras.
Monsieur de Sainte-Colombe hace en mí el efecto de una especie de mago musical, y mi intuición me dice que tras las notas misteriosas de su viola da gamba, se encierran abstrusos misterios alquímicos.
¿Acaso no sería él un auténtico alquimista de los sonidos, un Adepto que a través de la música, procuró alcanzar la Gran Obra? Bueno es meditarlo en el más completo silencio de un frío aposento, allí donde las voces del arquetipo son escuchadas con los oídos del alma.
Un cálido, a la vez que frío sentir colmando la estancia.
VON PAIXAO
Excelente Pablo, gracias por compartirlo, también había pensado en realizar un articulo con la recopilación de la vida y obra de Sainte-Colombe, a pesar de lo poco que sabemos de el, no obstante ha sido muy completa tu publicación. personalmente la obra de Sainte -Colombe llamada Tombeau les regrets (la tumba de los lamentos) y su lobrega y austera atmosfera ha sido la culpable del gusto particular que he desarrollado por el sonido sin igual de la viola da gamba, incluso tambien hago poesia y quiero aprovechar el espacio para compartir un poema que dediqué a tan enigmático personaje, saludos!!
Pavana
Que busco en la música??……… el silencio
en sus glosas??……………………el llanto y los lamentos
busco la niebla de mañanas frías
el aroma de los lirios
busco en la música los caminos solitarios
………………….. el susurro de un niño.
A Monsieur de Sainte-Colombe. (Johan Pinilla)
Muchas gracias por el comentario, Johan. Me ha gustado tanto la idea transmedia de combinar poemas con la prosa que yo también le he escrito uno (en forma de lira) al maestro Sainte-Colombe mientras iba andando a trabajar:
(Monsieur de Sainte-Colombe)
Como un eco profundo
que arrulla en la noche al silencio frío,
como el canto de un mundo
cuyo giro sin brío
enhebra horas en rosario de hastío.
Gracias por compartirlo Pablo, tu escrito esta genial, la idea de hacer literatura a partir de la inspiración de las músicas del maestro de Sainte-Colombe es un concepto bastante interesante, un hombre de música tan exquisita merece también literatura exquisita
!.. saludos!
Has empezado tú, Johan 🙂
bellísimo!
muy lindo poema gracias por compartir
esa película cambió buena parte de mi vida y no pocos esquemas de los q daba por válidos
Le recomiendo la novela en la que se basa la película y con la que comparte título, de Pascal Quignard; en castellano la publcó Debate en 1992, traducida por Esther Benítez.
la buscaré !
http://youtu.be/ueaFIqmDWh4
os dejo la tumba de los lamentos, (por el maestro Savall)
Genial!!!
Tous les matins du monde!
¡Tous les matins du monde! me entusiasmo la película, tanto que luego leí el libro y es una de mis películas de cabecera.
A mí también me encantó, Lola. 🙂
El gran misterio que nubla nuestros ojos al conocimiento de la personalidad de Monsieur de Sainte-Colombe no debe, empero, ser obstáculo para acceder a estados superiores de conciencia y profunda meditación, donde en palabras del indigne escritor Hermann Hesse, es posible anular el tiempo y así escapar a la ley de la necesidad que oprime la existencia humana. En todo ello reside un algo magnífico a la vez que enigmático.
Soy de la opinión que es un completo error del hombre moderno, su perniciosa tendencia a rechazar los estados de tristeza, producto de ambientes lúgubres, silenciosos, oscuros y huraños. Y es que nada de lo que he mencionado dentro de ese gran universo de «tristeza» es realmente comprendido por la sociedad actual. Es imposible conocer la auténtica felicidad y llegar a ella, sin antes pasar por la auténtica melancolía. La luz que se jacta de viajar más rápido que cualquier cosa, se sorprende siempre al comprobar que la oscuridad ha llegado primero a todas partes, con el único fin de conferir sentido y razón a todo lo luminiscente. Hay en todo ello un secreto filosófico cuyas leyes fundamentales sólo son para los «locos puros».
¿Cómo hallar el camino si no es a través de la sombra, rodeados de silentes rostros que sin embargo aúllan en la propia oscuridad? Efecto de risas y mofas habrán de producir aquellos que, jactándose de conocer el sentido de la alegría y la felicidad, rehúyen de la tristeza y la melancolía en donde residen las más inquietantes cuestiones filosóficas del Sí Mismo, causa de espanto para las mentes cobardes. Todo el Universo y el sentido de la vida descansan sobre dos pilares fundamentales, opuestos el uno del otro, de contratipos complementarios en masculino y femenino, seco y humedecido, bien y mal, luces y sombras. Ninguna pieza del conjunto puede ser movida sin alterar a las demás en el gran concierto cósmico. De ahí que jamás habrá de alcanzarse del estado de plenitud en la alegría sin conocer las regiones yermas de la más absoluta tristeza y ausencia. Sin su par inevitable, la alegría tan sólo es un profundo pozo de vacuidad, simpleza y grotesca vergüenza. Para que un árbol alcance con sus copas el firmamento, deberá primero hundir sus raíces en el Hades.
La música antigua está dotada de esa maravillosa capacidad de albergar el juego de las luces y las sombras.
Monsieur de Sainte-Colombe hace en mí el efecto de una especie de mago musical, y mi intuición me dice que tras las notas misteriosas de su viola da gamba, se encierran abstrusos misterios alquímicos. ¿Acaso no sería él un auténtico alquimista de los sonidos, un Adepto que a través de la música, procuró alcanzar la Gran Obra? Bueno es meditarlo en el más completo silencio de un frío aposento, allí donde las voces del arquetipo son escuchadas con los oídos del alma.
Un cálido, a la vez que frío abrazo para todos los amigos a los que mi comentario motive lectura.
VON PAIXAO.
Muy interesante tu post. Voy a investigar a ver si puedo encontrar más datos sobre M. de Sainte Colombe. La genealogía de los de SC, un libro de 1675, puede ayudar. Somos todos originarios de Barcelona, incluyendo los de Sainte Colombe, cuyo primer miembro fue Guillem de Sancta Columba, que era originario del Castell de Barberà, cerca de Barcelona (en refacción, del siglo IX). Saludos, Tomás [email protected]
Bueno, allí donde torpemente escribí «indigne», en realidad quise decir «insigne».
Sabréis perdonarme.
Excelente espacio para compartir temas sobre la mejor música. En especial Marín Marais esta entré mis preferidos conpositores!!!!
muy bueno
En su musica claramente se encuentran conocimientod hermetistas, «como es arriba es abajo», la alegria es simplemente tristeza en menor grado y viceversa, muy buen articulo, saludos desde coahuila mexico
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Es maravilloso, poder escuchar esta música, me gusta mucho la música antigua. Me produce una melancolía gozosa.