La poesía de la música según Thomas Campion
Algunos autores acusan al escritor T.S. Eliot de haber revaluado en los años 20 a los poetas ingleses del siglo XVII trayendo adelante a los metafísicos en general, y especialmente a John Donne, y condenando al olvido a aquellos cuyo arte no se basaba en las imágenes complejas asociadas a ideas filosóficas. Thomas Campion estaría entre estos últimos.
Campion es uno de los personajes más completos de la Inglaterra isabelina: poeta renombrado, dramaturgo, músico, compositor y médico, profesión que constituía su actividad habitual. De hecho, su amigo y colaborador Philip Rosseter describe en una epístola las canciones de Campion como “made at his vacant hours”, es decir, como una actividad secundaria a la que se dedicaba en sus ratos de ocio.
Lo cierto es que estas “aficiones” a las que se dedicaba cuando no estaba ejerciendo la medicina le encumbraron como uno de los grandes poetas de su época y como un más que respetado compositor musical.
Publica su primer libro de canciones en 1601 en colaboración con el citado Rosseter bajo el título A Booke of Ayres to be Sung to the Lute, Orpherian and Bass Viol. La música de estas canciones es obra de ambos pero casi a ciencia cierta los textos son exclusivamente de Thomas Campion. Precisamente una de las piezas de este volumen, When Laura smiles, es interpretada en el vídeo siguiente por la gran soprano Valeria Mignaco acompañada al laúd por Alfonso Marín.
A este primero le siguieron tres libros más de canciones publicados entre 1601 y 1617 que pusieron en evidencia, aparte de sus conocimientos de técnica musical, su destreza con las palabras, dado que a diferencia de otros músicos de la época, Campion es generalmente el responsable de los versos de sus composiciones.
Como poeta destaca como un experto en lengua latina y de hecho su primera publicación de 1595 está escrita en ese idioma, Epigrammatum Libri duo. Su familiaridad con el latín hace que sus versos en inglés tengan una métrica impecable, algo que se traduce en su forma de componer música.
El experto en la obra de Campion Walter Davis define sus composiciones de la siguiente manera:
“Campion is a poet – perhaps the poet – of the auditory rather than the visual imagination; more fully than any other song writer of his age, he offers us experiences that strike the ear: structures of sound, the implications of words, tones of voice. (Campion es un poeta –quizá el poeta- de la imaginación auditiva más que de la visual; de forma más completa que cualquier compositor de canciones de su época, nos ofrece experiencias que impactan en el oído: estructuras de sonido, las implicaciones de las palabras, tonos de voz.)”
El término inglés “ayre” era utilizado en el siglo XVII para hacer referencia a canciones a una sola voz acompañadas de un instrumento, generalmente el laúd, aunque el compositor Thomas Morley lo utilizaba para designar a toda la música no religiosa distinta del madrigal.
La diferencia más importante entre esta canción para laúd y el madrigal era la audibilidad de las palabras. La técnica contrapuntística del madrigal se basa en la repetición del texto por las distintas voces de forma que éstas se van superponiendo como capas enturbiando la escucha de las palabras; el ayre por el contrario permite que el auditorio escuche las palabras del texto que acompaña la melodía.
El propio Thomas Campion en la introducción de su primer libro nos ofrece su vision sobre este género musical: “What epigrams are in poetry, the same are airs in music: then in their chief perfection when they are short and well seasoned. (Lo que son los epigramas en la poesía, lo mismo son las canciones (airs) en la música: alcanzan la mayor perfección cuando son cortas y bien aderezadas.)” Queda clara en cualquier caso su pasión por la poesía latina.
He traducido “seasoned” como “aderezadas”, en el sentido amplio de ordenar, organizar y combinar. Lo que Campion destaca en su afirmación es la importancia de la estructura rítmica de la canción, que nos ofrece la interpretación del texto del propio autor. Como oyentes instintivamente comprendemos la importancia de las palabras cuyas notas equivalentes en la melodía les otorgan una fuerza especial (“the nature of everie word is precisely exprest in the Note”). El aderezo del texto con la música de la canción o “ayre” nos presenta la versión propia de su creador.
El hecho de que Thomas Campion le pusiese música a sus propios poemas nos acerca a su visión sobre los mismos, mientras que si los hubieran musicado otros, nos llegaría la interpretación de terceras personas.
Resulta cuando menos curioso que a sabiendas de la importancia que le otorgaba Campion al ritmo en los versos y a las estructuras poéticas sólidas, emprendiese una cruzada personal contra el uso de la rima en los poemas. En efecto, su obra publicada en 1602 Observations in the Art of English Poesy aboga por abandonar los versos que riman en la poesía en lengua inglesa, que a su juicio es una costumbre vulgar y artificial que aleja de la verdadera versificación de calidad.
Esta tesis fue combatida en 1603 por Samuel Daniel (Defence of Rhyme), que además mostraba su sorpresa de que alguien que hacía rimas tan bellas como Campion renegase de ellas, y parece ser que por el mismísimo Ben Johnson, aunque el texto o bien no llegó a publicarse o no ha llegado hasta nosotros.
http://youtu.be/7158XKznzzE
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