Los carros triunfantes en las fiestas del Corpus. Conservatorio Profesional de Música de Valencia

Del 3 al 7 de febrero se celebrará en el Aula Magna del Conservatorio Profesional de Música de Valencia el Ciclo de conferencias y conciertos que desde hace años viene programándose con regularidad.

Para este ciclo ha sido invitado el Dr. Rodrigo Madrid que disertará sobre “Los carros triunfantes en las celebraciones del Corpus en España e Hispanoamérica”.

Puestos al habla con el profesor Madrid, nos dice: “… en las construcciones efímeras del Renacimiento y Barroco español,  los carros triunfantes, arcos triunfales, fachadas, jardines, altares y túmulos,  constituyen uno de los capítulos más interesantes de  toda la arquitectura civil y religiosa que se realizó en España por espacio de tres siglos.

Muchos de estos escenarios, basados en la importancia de la apariencia, fueron realizados con materiales toscos y de poca consistencia y construidos para durar escasamente el tiempo de la celebración, constituyendo por sí mismos, un punto de arranque para entender la arquitectura que hubo en España e Hispanoamérica durante toda la Edad Moderna”.

Preguntado por el papel que desempeñan estas construcciones en las celebraciones religiosas nos responde que: “…en el plano religioso dichas edificaciones mostraban el poder de la Iglesia Católica.

Toda fiesta o acontecimiento de exaltación a lo divino era suficiente justificación para la exposición de estos artilugios mecánicos, siendo la festividad del Corpus Christi la que causaba mayor admiración y asombro.  

Las llamadas “rocas”, como se las conoce en Valencia, y que salen en procesión en la festividad del Corpus levantino, eran piezas construidas sobre montañas de tierra –de ahí su nombre- donde florecían plantas, árboles y manantiales que reproducían ríos intentando aproximar al pueblo a una visión idealizada del Paraíso

¿Qué función tenía la música en estos carros? Sobre esos enormes carros triunfantes se representaban escenas con relatos alusivos a la Pasión de Cristo, al Infierno o el Paraíso, Estos dramas menores conocidos con el nombre de “entremeses” eran pequeños autos sacramentales que tenían una clara función didáctica y evangelizadora.

Los «misterios» escenificados en dichos artefactos, contaban con el concurso de varios músicos, generalmente “ministriles” es decir, instrumentistas de viento, que contratados para la ocasión, acompañaban con su música el desarrollo de estas pequeñas piezas que se cantaban y declamaban.

Además, los carros triunfales podían contar con escenarios móviles divididos en dos partes,  en la delantera se sentaban los músicos tocando sus instrumentos y en la trasera se colocaba un pequeño altar o trono para la representación del misterio.

Así aparece en la iconografía musical que ha llegado hasta nosotros.

También, en las procesiones celebradas en América Latina se interpretaban dichos misterios participando en ellos músicos, poetas, cómicos y danzantes en una perfecta simbiosis de lo hispánico con lo andino ligado todo ello a la función catequizadora.

La conferencia impartida por el profesor Madrid la próxima semana en el Ciclo organizado por Conservatorio Profesional de Música  de Valencia versará sobre estos artilugios cuya teatralidad artificiosa, nos acerca a una realidad complaciente con lo efímero.

Departamento de comunicación CPMV

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