Música impresionante de un maestro impresionante

Hoy te traigo una que por su título podría parecer que es para la navidad pero esto no tiene por qué ser así, como luego te explicaré.

Sin embargo, podemos disfrutar de una soberbia obra, que nos llenará el espíritu con las notas del más grande polifonista de todos los tiempos.

Sin duda, ese es Giovanni Pierluigi da Palestrina (c1525-1594), maestro italiano nacido en Palestrina.

En 1537 era cantor en la Basílica de Santa María La Mayor de Roma y allí estudió con Robin Mallapert y Firmin Lebel.

Consiguió que pasase a Italia el predominio de la polifonía que estaba en manos de la escuela neerlandesa gracias a entre otros, Guillaume Dufay y Josquin Desprez.

Su primer libro de misas causó tanta impresión en el papa Julio III que lo nombró maestro de capilla de la Cappella Giulia, que era la capilla musical de los canónigos de la Basílica de San Pedro de Roma.

Tras unas breves estancias en otros lugares, en 1571 regresó a dicha capilla y mantuvo el puesto hasta que murió.

Cuando murió fue enterrado en un sencillo ataúd, con una inscripción que ponía «Libera me Domine».

Se dice que se interpretó en sus funerales un salmo a cinco partes en tres coros.

Música impresionante para un maestro no menos impresionante.

Del maestro Palestrina te traigo hoy su fantástica Misa Hodie Christus natus est.

Se trata de una de las obras más populares del maestro (con permiso de la del Papa Marcello).

Está compuesta a doble coro y está basada en el motete homónimo suyo.

La misa tiene todo el optimismo contenido en dicho motete.

Hace un uso del motete de lo más variado, desde citas literales a otros momentos en el que solo suena la armonía.

Casi todos los movimientos (excepto el Agnus Dei) terminan con la última sección del motete.

Aunque la obra está basada en un motete navideño, no significa que fuese compuesta para este tiempo litúrgico.

Ni siquiera para alguna ocasión especial, ya que podía interpretarse en diversos momentos a lo largo del año.

Tras terminar la misa podrás escuchar el motete al que la obra da lugar.

Escrito por Pepe Gallardo | Aeterna Christi Munera