Pasión e improvisación en la música española del Siglo de Oro

Pasión e improvisación en la música española del Siglo de Oro

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Spain On Fire – Divine and human passions in the Spanish Baroque
Accademia del Piacere

El desconocimiento generalizado -fuera del público experto- de la música que sonaba en el Renacimiento y el Barroco español es uno de los vacíos más significativos que presenta nuestra identidad cultural como nación. Como afirma el musicólogo Álvaro Torrente, “estaríamos hablando de música de plata en un Siglo de Oro”, dado que no se ha conseguido identificar ninguna figura musical de la talla de un Lope de Vega, Cervantes o Velázquez. Por suerte, existe en la actualidad entre los ensembles y profesionales en activo una fuerte tendencia a investigar y representar repertorios de la música antigua española.

El conjunto sevillano Accademia del Piacere acaba de lanzar al mercado un nuevo disco basado en la tradición musical del Siglo de Oro, poniendo en evidencia su transterritorialidad, por una parte, recibiendo influencias procedentes de América y, por otra, interactuando con las formas en boga en otras partes de Europa, principalmente Francia e Italia. Spain On Fire – Divine and human passions in the Spanish Baroque sigue la senda iniciada por la grabación de 2013 Rediscovering Spain, un repertorio que la formación que dirige el gambista Fahmi Alqhai ha trabajado y ampliado en directo durante años hasta desembocar en el volumen que nos ocupa. El grupo tiene en su haber una discografía que se nutre en gran medida de fuentes musicales españolas, en la que destacan el título más reciente, Colombina (2022), dedicado al cancionero homónimo, seguido por Muera Cupido (2019), centrado en las figuras de Sebastián Durón y José de Nebra, y Cantar de Amor (2015), obra que gira en torno a Juan Hidalgo y la música escénica barroca.

Los temas que integran Spain On Fire abarcan desde la primera mitad del siglo XVI, con Antonio de Cabezón y Mateo Flecha, hasta las primeras décadas del XVIII, pues cronológicamente cierran el abanico temporal Antonio Martín y Coll y Santiago de Murcia. A lo largo del disco se suceden piezas instrumentales con otras cantadas por la soprano valenciana Quiteria Muñoz. El planteamiento que abordan el director Fahmi Alqhai y los miembros de la Accademia está muy enfocado hacia la glosa, la improvisación y la reconstrucción de la música, imprimiendo en ella un sello propio, algo muy presente en todos los trabajos del ensemble. Ello implica que algunos de los cortes están firmados por el propio Alqhai (Folías de España) o por el guitarrista Carles Blanch (Tarantela & Canarios). En esta grabación aparecen los miembros fijos de Accademia del Piacere: los hermanos Fahmi y Rami Alqhai más Johanna Rose interpretando las violas da gamba, el teclista Javier Núñez, el citado Blanch en la cuerda pulsada y el percusionista Agustín Diassera, que sustituye a Pedro Estevan, un nombre habitual en la obra pasada del ensemble.

Si empezamos esta revisión de Spain on Fire desde las piezas más antiguas es necesario hablar de la ensalada La Negrina de Mateo Flecha el Viejo, probablemente compuesta hacia 1535. La ensalada es un género para varias voces que combina distintos ingredientes de diversa índole en una misma pieza musical: idiomas diferentes, elementos profanos y religiosos, y temas serios como cómicos. La Negrina pertenece a una época en la que “lo negro” estaba de moda en la península ibérica, de forma que en la literatura aparecían con frecuencia personajes de hombres negros. La influencia de los sones afroamericanos en esta ensalada es especialmente señalada en la parte Gugurumbé.

La presencia de Antonio de Cabezón -una de las figuras más internacionales del Renacimiento español- en el disco se articula a través del himno religioso Pange lingua, que antaño abría este programa cuando era interpretado en directo, y con las Diferencias sobre el canto llano del cavallero, una pieza impresa en 1578, aunque probablemente compuesta mucho antes de esa fecha, que es un claro ejemplo de variación y experimentación sobre mismo un tema musical, que, de alguna forma, sientan la base de la filosofía de esta grabación. De la misma manera, la Glosa e improvisación sobre Conde Claros, procedente de los libros de cifra para vihuela del palentino Alonso Mudarra, vuelve a poner en evidencia la devoción por la improvisación en la música española renacentista.

Siguiendo el orden cronológico y ya internándonos en el siglo XVII, Accademia del Piacere ha seleccionado el archiconocido tema del francés Henry de Bailly, Yo soy la locura, como la apertura para el disco. Se trata de un air de cour -composiciones para varias voces o para voz sola y acompañamiento de laúd o de guitarra- escrito originalmente en español y procedente de uno de los volúmenes que integraban la obra Passava amor de Gabriel Bataille, que refleja el interés por los hispano que manifestaba el país vecino.

Los tonos humanos, a veces comparados con el pop actual del Barroco español, están presentes en Spain On Fire a través de Luis de Briceño y de José Marín. Briceño fue el autor de un método de guitarra, publicado en París en 1626, que supuso la punta de lanza de la introducción de la práctica de la guitarra en el país vecino, especialmente la técnica del rasgueo, tan distinta del punteado de laúd. Por su parte, José Marín, aparte de ser uno de los nombres de referencia de la música del siglo XVII, es un personaje harto interesante, cuya vida parece sacada de una novela de aventuras. Nos ha legado una colección de tonos que contiene 51 de ellas a voz sola con acompañamiento de guitarra escrito en tablatura italiana.

Otro nombre de este programa es el boloñés Giovanni Battista Vitali, pues Fahmi Alqhai ha realizado una glosa de uno de sus pasacalles perteneciente al libro Artificial Musicali de 1689, considerado como uno de mejores estudios sobre el contrapunto de la época. Asimismo, el disco incluye dos piezas del franciscano Antonio Martín y Coll, y unas Folías gallegas del guitarrista Santiago de Murcia arregladas por Carles Blanch, culminando este periplo musical en el comienzo del siglo XVII.

Spain On Fire emana a través de sus pistas un aire de libertad interpretativa que añade fluidez a los sonidos antiguos, sin traicionar el rigor historicista, pero evitando el encorsetamiento que puede traer consigo una ejecución en exceso literal. La importancia que tuvo durante los siglos XVI y XVII la improvisación en la recreación de los temas, ya fuera a través de disminuciones, variaciones o glosas, legitima con creces esta aproximación al repertorio, que suena de esta manera muy fresco y muy vivo.

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