Jordi Savall, un catalán excepcional
Destacar a los buenos artistas en el concierto mundial es algo difícil, pues se corre el riesgo de omitir nombres muy relevantes que merecerían ser citados, sin embargo esta tarea me será algo mas fácil, puesto que me referiré en particular a los catalanes; en la pintura Dalí, arquitectura Gaudí y en la música es mi parecer Jordi Savall, ese gigante intérprete y arreglador de la música antigua, merece ser destacado entre los grandes de Catalunya en nuestros días.
Savall fundador de tres buenísimos grupos de música.
Entre 1974 y 1989, crea “La Capeilla Real de Catalunya”, “Le Concert de Nations” y finalmente “Hespèrion XXI”, grupo que me interesa particularmente porque con ellos Savall construye el álbum “Orient – Occident”.
En este disco Jordi Savall presenta un hermoso e increíble diálogo entre músicos orientales y occidentales a través de temas rescatados del “Libro de la ciencia de la música” de Dimitrie Cantemir (1673-1723, cuyo autor daría para escribir un extenso post), pero, además incluye algunas cantigas de “Alfonso X el Sabio” y las stampitte proveniente de la Italia medieval.
Consiguiendo afiatar magistralmente estos sonidos provenientes de la antigua Hesperia cristiana, judía y musulmana, improvisaciones y danzas de Marruecos, Israel, Persia, Afganistán y el antiguo Imperio Otomano.
«El libro de la ciencia de la música de Dimitrie Cantemir, nos ha servido de base como fuente histórica para nuestra grabación, es un documento excepcional en muchos aspectos; ante todo, como fuente fundamental de conocimientos de la teoría, el estilo y las formas musicales del siglo XVII, pero también como uno de los testimonios mas interesantes sobre la vida musical de uno de los países orientales mas importantes.
Esa antología de 335 composiciones (de las cuales 9 pertenecen al propio Cantemir), escritas en un sistema de notación musical inventado por su autor, representa la mas importante colección de música instrumental otomana de los siglos XVI y XVII que ha llegado hasta nuestros días».
Jordi Savall, Edimburgo agosto de 2009
El maestro Savall tiene un convencimiento muy claro e íntimo acerca del acercamiento de los pueblos, a parte de sus ideas religiosas o políticas. Así pues, inicia este proyecto en el año 2001 durante el estallido de la guerra en Afganistán, creyendo en la humanidad y haciendo de esta forma un profundo acto de Fe en el hombre.
Por esto piensa:
“Como los juglares y los músicos de todos los tiempos, creemos profundamente que, a pesar de nuestras diferencias religiosas y culturales, con la música se pueden mover nuestros ánimos hacia la audiencia y la fortaleza, hacia la generosidad y la nobleza, cosas todas ellas que hacen un buen gobierno”.
Jordi Savall (Igualada 1941), musicólogo, rescatador de la viola de gamba, instrumento que estuvo relegado a los museos , es en estos momentos el mejor intérprete en éste instrumento, que dicho sea de paso; se usó entre los siglos XVI y XVIII y que fue quedando relegado por el violoncello.
Comentarios para el disco de AMIN MAALOUF:
“Escuchar estas músicas de oriente y occidente reunidas con sutileza por Jordi Savall no es una experiencia común. Porque a la emoción estética añade un sentimiento mas intenso aún . El de comulgar como por ensalmo, con una humanidad reconciliada.
¿ Acaso no perdió ésta una parte de su alma en la segunda mitad del siglo XV, con la muerte simultánea de Sefarad y Al Andalus, cuarenta años después de la caída de Bizancio ?.
Se destruyeron entre Oriente y occidente unas pasarelas mentales y espirituales que desde entonces no han vuelto a repararse.
El mediterráneo dejó de ser un mar nutricio situado en el centro de nuestro universo cultural, para convertirse unicamente en un campo de batalla y una barrera.
Hoy nuestro mar común es un lugar donde se alza un muro invisible que divide el planeta entre el norte asustado y el sur desesperado; y entre comunidades planetarias que se han acostumbrado a desconfiar del otro, y a desmarcarse de él.
El mundo Árabe y el mundo Judío, parecen haber olvidado su fecunda cercanía de antaño; el oriente musulmán y el occidente de tradición cristiana parecen encerrados en un enfrentamiento sin salida. Para volver a ofrecer algunas muestras de esperanza a nuestra humanidad desorientada hay que ir mucho mas allá de un diálogo de las culturas y las creencias, hacia un diálogo de las almas.
Tal es, el inicio del siglo XXI, la misión insustituible del arte. Y es precisamente esto lo que sentimos ante la audición de estas espléndidas melodías procedentes de épocas y tierras diversas.
De pronto descubrimos, o redescubrimos, que unas civilizaciones que nos parecían remotas, o incluso enemigas, muestran una cercanía sorprendente, una complicidad sorprendente.
En el curso de este viaje en el tiempo y el espacio nos preguntamos a cada instante si no serán en el fondo falaces los conflictos a los que estamos acostumbrados y si la verdad de los hombres y las culturas no reside mas bien en ese diálogo de los instrumentos, los acordes, las cadencias, los gestos y los alientos.
Nos embarga entonces una sensación de alegría profunda, nacida de un acto de Fe: La diversidad no es necesariamente preludio de la diversidad; nuestras culturas no están rodeadas por separaciones estancas; nuestro mundo no está condenado a desgarramientos, sin fin; aún cabe la salvación.
¿ Y no es éste, desde el principio de la vida humana, la razón primera del arte ?
Amin Maalouf
Refiriéndose a la pérdida de riqueza musical en España, J. Savall dice:
“ España perdió una parte de su alma, de su inteligencia y de su patrimonio cuando expulsó en 1492 a los judíos y en 1609 a todos los moriscos. Fueron dos momentos muy oscuros de nuestra historia”.
Concluyendo, Oriente y Occidente es un disco realmente excepcional en el cual logra conjugar, hermosos temas, destacados músicos e instrumentos, con una importante apuesta; reunir a los hombres a través de la música.
Escrito por Mario Luque Pacasa |
Jordi Savall é o melhor! Espero que um dia possa conhecê-lo no Brasil. (=