Música en las piedras
A la hora de acometer un trabajo de recreación de instrumentos de los que carecemos de ejemplares en uso, se plantean una serie de problemas que conviene reseñar.
De un lado la búsqueda de fuentes de información, que son siempre indirectas, ya que no se cuenta con tratados específicos ni con planos de construcción de la época.
Las fuentes literarias no pasan de ser citas episódicas de ambientación, con las que el autor pretendía dar un toque erudito a sus obras.
Las fuentes iconográficas se pueden obtener en las miniaturas de los códices escritos en incunables, en las tallas en piedra de las iglesias románicas y góticas (sobre todo en arquivoltas, tímpanos y capiteles) y en algunos dibujos o pinturas como las cantigas de Alfonso X el Sabio.
De entre esas posibles fuentes de investigación cabe reseñar dos majestuosas obras que constituyeron cumbres en el arte medieval europeo.
Por un lado el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, obra del genial maestro Mateo en el siglo XII y por otro Las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, del XIII.
En todo caso las representaciones artísticas sufren alteraciones y adaptaciones propias de la adecuación al entorno, técnica y materiales empleados, así como la repetición de ciertos programas iconográficos de los que el artista, a veces, sólo tenía un conocimiento oral.
Todo ello añade mayor incertidumbre, si cabe, y pone en duda la verosimilitud de estas representaciones.
Otros problemas están relacionados directamente con el aspecto artesanal del trabajo. ¿Cuáles eran las técnicas constructivas específicas para instrumentos musicales en la Edad Media? Y, ¿qué material se empleaba para cada elemento de los mismos?
Podemos trasladar lo que conocemos sobre instrumentos más modernos hacia un incierto pasado, en el que podemos escudriñar determinados usos, oficios y herramientas en los dibujos de algunos códices.
Lo que ya no podremos hacer es utilizar determinados materiales que, seguramente habituales en el medievo, hoy se hallan extintos o protegidos por la ley (maderas como el ébano y materiales como el marfil…)
Un problema que afecta, tanto al artesano, como al intérprete es indagar en los sonidos de estas herramientas sonoras.
¿Cuál era su afinación y el timbre producido?. ¿Qué técnicas de interpretación se empleaban?
Para intentar aportar alguna luz sobre esta gran oscuridad podemos acudir a dos posibles ayudas, por un lado los ejemplos de escritura musical conservada de la época nos dan una idea clara de las frases melódicas, pero, en la mayoría de los casos, no nos indican el ritmo y la medida.
No obstante, estos fraseos pueden permitirnos, gracias a los intervalos, amplitudes y conjuntos de notas repetidos, especular sobre posibles afinaciones.
La otra posible fuente de información musical puede ser la tradición musical, transmitida de generación en generación y apoyada en la memoria de los intérpretes y modernamente en los medios de difusión musical.
El folklore se nos muestra, en ocasiones, como una puerta abierta hacia el pasado, a veces incluso remoto.
Con todo el trabajo de todo artesano que se entregue a la tarea de la reconstrucción de los instrumentos musicales de la Edad Media, debe pasar inevitablemente por la especulación en los diseños, las afinaciones y el ensayo con técnicas y materiales, lo que confiere a su trabajo un entorno de incertidumbre, que puede mitigarse, sólo en parte, tras un buen resultado musical.
Autor Alberto Redondo Antolín
ESTUDIO SOBRE EL INSTRUMENTO TALLADO
Os dejamos un enlace a un ESTUDIO escrito por Jesús Reolid y Rafael Martín muy interesante.
Fuente RinconDelVago
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