Philippe Jaroussky inaugura el ciclo Noches de Clásica de Girona

Philippe Jaroussky inaugura el ciclo Noches de Clásica de Girona

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Philippe Jaroussky abrió este martes el nuevo ciclo Noches de Clásica con un recital en el Auditorio de Girona.

El joven contratenor francés, considerado una de las estrellas líricas del momento, presentó el programa ‘Amor, pasión, celos y furia en la Italia del siglo XVII’, con extractos de las obras más relevantes de Ferrari, Cavalli y Monteverdi, entre otros.

Philippe Jaroussky ofreció el recital acompañado de la contralto Marie-Nicole Lemieux y del Ensemble Artaserse, formación que el mismo Jaroussky fundó en el año 2002.

Después del concierto, en el vestíbulo del Auditorio, Philippe Jaroussky se puso a disposición del público para firmar discos y programas.

El ciclo gerundense se alargará hasta el 28 de julio, con los conciertos de Jordi Savall (del 1 de julio en el Auditorio de la Mercè), la RIAS Kammerchor (el 5 de julio en la catedral), el pianista Alexander Tharaud (el 6 de julio en el claustro de la catedral), la Freiburger Barockorchester (el 17 de julio en el Teatro Municipal), el pianista José Menor (el 21 de julio en el claustro de la catedral), el organista Juan de la Rubia (el 22 de julio en la catedral), y el pianista Jean-Efflam Bavouzet (el 28 de julio en el claustro de la catedral).

2 Comentarios sobre “Philippe Jaroussky inaugura el ciclo Noches de Clásica de Girona”

  1. aurora dice:

    Anoche fue todo exquisito y de gran calidad tanto las voces de Jaroussky y Marie-Nicole Lemieux como la Ensemle Artaserse. Salimos entusiasmados de su gran actuaccion tambien cabe resaltar su generosidad en los bis.

  2. Montserrat dice:

    Yo fui a Girona expresamente para poder escuchar de nuevo a Jaroussky (lo había hecho ya en el Liceu) porque me encanta su voz limpia y clara como un cristal, con facilidad para el agudo y para toda clase de «florituras barrocas». Anoche fue una delicia ver como se compenetraban los dos interpretes, con que complicidad iban desgranando las piezas. Aunque todo el concierto fue maravilloso, lo broche de oro fueron los bises. El públic, en pie, ovacionó a todos los intérpretes. En fin, un concierto exquisito para gourmets. Irrepetible.

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