La navidad era una época de mucho trabajo para Bach, sobre todo en Leipzig

Hoy es un día que produce sentimientos encontrados.

Para algunos es un día muy bonito y para otros es muy triste, por recordar a personas que no están o por empeñarnos en fomentar un llamado «espíritu navideño» que muchas veces brilla por su ausencia porque se reduce a puro consumismo.

Yo sigo con mi ritmo semanal de posts y hoy voy a ofrecerte una felicitación navideña para este día de la mano de Bach. ¡Feliz día!

En este día tan familiar nuestro invitado de honor será Johann Sebastian Bach (1685-1750), maestro alemán nacido en Eisenach.

La navidad era una época de mucho trabajo para el compositor, sobre todo en Leipzig.

Se había dejado atrás el Adviento, tiempo litúrgico de austeridad en el que las cantatas y las obras eran más contenidas.

El tiempo litúrgico de navidad le permitía unos fastos mayores y una música más suntuosa.

Los servicios religiosos tenían lugar en las diversas iglesias de Leipzig a diversas horas del día y Bach tenía que atender tanto a la de san Nicolás como a la de santo Tomás.

De ahí que a veces sus obras se interpretaban sus cantatas en ambos templos, en uno por la mañana temprano y en otro por la tarde.

Eso pasó con algunas de las partes del «Oratorio de Navidad» pero tamibién con otras cantatas fuera de esta colección.

Además de este gran oratorio (que no se interpretaba como un todo sino en días sucesivos) para este tiempo de navidad nos legó su inmortal «Magníficat» y también algunas de las más rutilantes cantatas.

Escuchemos hoy su Fantasía en Do Mayor, BWV 570.

Es una obra temprana probablemente compuesta en su época de Arnstadt (1703-1706) o quizá algo posterior, cuando estaba en Mühlhausen.

La pieza fue así compuesta, de forma independiente, sin una fuga (algo que haría más tarde cuando estaba en Weimar).

Bach la compuso a cuatro voces, para dos teclados y puede tocarse sin pedales; por tanto, perfectamente podría ser tocada en un clave de dos teclados, aunque parece que se adapta más al órgano.

El maestro eligió una armonía y un ritmo de forma muy cuidadosa, con fragmentos espaciados que cada vez se hacen más densos, mientras las duraciones de las notas se hacen menores y crece tanto el ritmo como la imitación de las voces.

Se trata de una obra desconocida que preludia lo que será una carrera llena de madurez, muy pronto alcanzada.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Andrea Marcon al órgano de la Abadía de Muri en la localidad suiza de Aargau.

Escrito por Pepe Gallardo – AeternaChristiMunera