Capella de Ministrers gana el Premio Internacional de Música Clásica 2018

El grupo musical Capella de Ministrers, dirigido por Carles Magraner, ha ganado de los Premios Internacionales de Música Clásica 2018 (ICMA en sus siglas en inglés) en la categoría de Música Antigua con «Quattrocento», el quincuagésimo cuarto trabajo discográfico de la formación valenciana.

Según un comunicado del grupo artístico, este disco aborda la música y danza de la Corona de Aragón en Nápoles en el siglo XV, cuna del Renacimiento.

En la sección de Música Antigua se nominaron dieciséis trabajos inicialmente y el jurado seleccionó como finalistas: «Quattrocento» de Capella de Ministrers, dirigida por Carles Magraner; «Ramon Llull, A time of conquests, dialogue and disconsolation», de Hespèrion XXI; «La Capella Reial de Catalunya», bajo la dirección de Jordi Savall, y «Vecchi: Requiem» de Graindelavoix.

Los Premios ICMA, considerados «los Grammy de la música clásica«, según la formación, nominaron a un total de 357 trabajos en quince categorías.

En Música Antigua, Magraner y Savall, grandes referentes internacionales en este repertorio, eran los únicos españoles presentes en la recta final de los premios.

Carles Magraner, músico originario de Almussafes (Valencia), ha manifestado su alegría y satisfacción por este relevante premio que «pone en valor un viaje musical de 30 años recorriendo 800 años de historia junto a decenas de grandes intérpretes y cantantes que han hecho posible este proyecto y los diversos repertorios que hemos abordado».

El músicólogo y violagambista ha expresado su deseo de que este reconocimiento ayude a visibilizar e impulsar la labor de investigación, recuperación y difusión del patrimonio de reputados músicos y grupos de música antigua en España.

El presidente del jurado, Remy Franck, ha asegurado que los Premios ICMA se han convertido en una «gran celebración anual y un referente respetado de la excelencia musical».

Franck ha hecho referencia al alto nivel de las nominaciones, ha afirmado que su objetivo era seleccionar «lo mejor de lo mejor» y considerado que estos galardones son una prueba «de la próspera y vibrante comunidad musical en el mundo».

El Jurado de ICMA espera dar la bienvenida a los ganadores en la Ceremonia de Premiación y el Concierto de Gala el 6 de abril en la magnífica sala de conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional de la Radio Polaca en Katowice, dirigida por Alexander Liebreich.

Quattrocento y la Corona de Aragón

El repertorio musical escogido en Quattrocento, penúltimo disco de Capella de Ministrers, es un claro ejemplo de la circularidad entre el estilo popular y el estilo culto del repertorio musical y coreico de la corte aragonesa en los entretenimientos teatrales del Quattrocento napolitano.

El trabajo discográfico incluye 24 temas de Domenico de Piacenza, Francisco de la Torre, Hans Judenkünig y Joan Ambrosio Dalza, entre otros.

El cancionero que mejor lo representa es el manuscrito 871 de Montecassino ya que se considera vinculado a la corte napolitana del reino aragonés.

Los intérpretes son Carles Magraner, (dirección y violas), Ignasi Jordà (exaquier), Robert Cases (guitarra renacentista, vihuela), David Antich (flautas), Quim Guerra (chirimía), Elíes Hernandis (sacabuche), Álvaro Martínez (sacabuche) y Pau Ballester (percusión).

Capella de Ministrers ha desarrollado una importante tarea investigadora y musicológica en favor del patrimonio musical español, desde el medievo hasta el siglo XIX.

Capella de Ministrers es un grupo creado en 1987 en Valencia por su director, el musicólogo valenciano Carles Magraner (viola da gamba).

Capella de Ministrers se dedica fundamentalmente a la interpretación de la música española anterior a 1800 utilizando criterios de interpretación fidedignos a cada época e instrumentos históricos.

Han dado conciertos por todo el mundo y participado en numerosos festivales internacionales, recibiendo premios de la prensa especializada.

El resultado, transformado en testimonio musical, conjuga a la perfección tres factores clave: el rigor histórico, la sensibilidad musical y, «muy especialmente, un incontenible deseo de comunicarnos y hacernos partícipes de estas experiencias».