El público, quizá, no aprecia la música antigua
El grupo musical «Consort Brouillamini» compuesto por Élise Ferrière, Virginie Botty, Aránzazu Nieto, Florian Gazagne, recogió ayer, en el Antiguo Instituto, los premios que les acreditan como ganadores del I Concurso Internacional de Música Antigua de Gijón.
Los cuatro jóvenes son flautistas de pico, diplomados en el Conservatorio superior nacional de música y danza de Lyon, donde obtuvieron en 2010 un Máster en Música de Cámara.
Estos jóvenes se alzaron con el primer premio en las dos categorías de las que consta el concurso: tanto en el del jurado profesional, compuesto por Diana Díaz, Santiago Salaverri, Luis Suñén y Eduardo Torrico, como en el galardón del jurado popular.
El diploma por parte de los jueces fue entregado por su presidente y también miembro, Eduardo López Banzo.
El galardón popular lo entregó el concejal de Cultura, Carlos Rubiera como representante del Ayuntamiento de Gijón.
El edil reiteró el «compromiso de la Fundación de Cultura para seguir apoyando este certamen, pese a las dificultades económicas».
Rubiera se quejó de que «el público, quizás, no aprecia la música antigua» pero que quien lo hace es «un público exigente y selecto».
Para la final, «Consort Brouillamini» convenció a ambos jurados con obras de Purcell, Bach, Vivaldi, Charpentier y Locke, imponiéndose al grupo «Temperamento» que quedó en segundo lugar.
Desde 2009 colabora con el grupo el compositor Jean-Marc Serre, para quien ha compuesto cinco piezas reunidas bajo el nombre Hïakaï.
La formación ganadora ha cosechado grandes éxitos y numerosas actuaciones en Francia, como las llevadas a cabo en el museo de Arte Contemporáneo de Saint-Hugues de Chartreuse, el Festival de Paladru o recitales en Nantes y Burdeos.
claro que no,pero siempre hay alguien que la aprecia