Jesu, Joy of Man’s Desiring: Rodrigo Rodríguez y una lectura transcultural en shakuhachi
En la reciente interpretación de Rodrigo Rodríguez de Jesu, Joy of Man’s Desiring (Jesu, bleibet meine Freude), la célebre coral de Johann Sebastian Bach adquiere un relieve inesperado al ser trasladada al shakuhachi, la flauta de bambú japonesa asociada históricamente a la práctica zen.
Más allá de la curiosidad organológica, la versión de Rodríguez plantea un verdadero ejercicio de traducción estética: el timbre áspero y transparente del shakuhachi sustituye la sonoridad coral e instrumental barroca sin pretender emularla, ofreciendo en cambio una lectura íntima y contemplativa. Allí donde la tradición occidental propone un flujo procesional y jubiloso, el intérprete abre un espacio de quietud en el que la melodía se despliega con la cadencia natural de la respiración.
Este desplazamiento cultural no despoja a Bach de su esencia, sino que lo depura. El fraseo desnudo del shakuhachi acentúa la dimensión espiritual de la obra, despojándola de ornamentos para convertirla en plegaria sonora. La transparencia de la flauta japonesa ilumina el núcleo afectivo de la coral y sugiere afinidades profundas entre la mística luterana y la estética del vacío propia del zen.
En este sentido, la propuesta de Rodríguez puede inscribirse dentro de una línea de experimentación históricamente informada, aunque desde un ángulo inusual: no se trata de reconstruir lo antiguo, sino de interrogarlo en diálogo con otras tradiciones. La obra de Bach, al atravesar la respiración del shakuhachi, se renueva como un testimonio de la capacidad universal de la música para trascender épocas y geografías.
La interpretación de Rodrigo Rodríguez no solo demuestra una sólida comprensión técnica y estilística, sino que invita a repensar la relación entre música antigua y transculturalidad, aportando un ejemplo valioso de cómo los repertorios históricos pueden resonar en nuevos contextos sin perder su hondura.
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