Secretos del Nyckelharpa

Espazos sonoros anuncia en el CGAC un concierto de Marco Ambrosini dedicado a un curioso instrumento, el nyckelharpa —hoy, a las 20 horas—, contando con la presentación de A. Quintana.

Ambrosini, participará también en la sesión de clausura de este ambicioso ciclo, que mañana se ofrecerá en Santa María a Nova de Noya, junto al Grupo de Música Antigua 1.500 que dirige Andrés Díaz, quien moderaría la muy ilustrativa cita seguida en la Antigua corte de caballos de S. Martín Pinario en una aproximación a los instrumentos de época.

Espazos Sonoros repartió sus actividades entre antiguas iglesias, como viene siendo costumbre, pero ampliando sus pruebas a lugares menos frecuentados entre las que valdrá destacar a Casa Grande de Vilancosta en A Estrada o el Museo Massó en Bueu.

Marco Ambrosini, italiano de Forli, estudió violín y viola especializándose también en teoría musical.

Su dedicación a la música antigua le viene de largo y desde 1983, culminará sus ambiciones con la fundación del grupo Oni Wyats.

Sus intereses artísticos le llevan a otros ámbitos intercambiando experiencias junto a V.Clastrier y M.Riessler.

En cuanto a sus oficios como compositor, contará con estrenos como El regreso de Marco Polo en el Alten Oper Frankfurt o Entre el cielo y el infierno en la Maschinenhalle Zweckell.

Quedamos con los secretos del nyckelharpa, un instrumento de cuerda de raigambre popular implantado desde el siglo XV y circunscrito el área escandinava, especialmente en Suecia llegando en su extensión hasta el norte de Alemania.

Se trata de una forma de viola de arco que por su digitación sobre un teclado lateral adosado al mango, se diferencia de las que lo hacen sobre el bastidor.

Su primera descripción nos vendría gracias a Martín Agricola pero habría que esperar casi un siglo para que Michael Pretorius precise una información más detallada. Otro sería el nombre que ese compositor nos dejaría, un creador que suele estar presente en las programaciones de música antigua.

En tiempos de su predecesor antes citado, el instrumento conocería distintos formatos. Se mantendrá con regular presencia hasta el siglo XIX siendo su destino principal acompañar a las músicas de danza y a las canciones populares, lo que se entiende pues como música doméstica.

Ambrosini, en estas labores recuperadoras, le presta atención que comparte con sus cuidados a la música antigua en la Akademie Burg Fürsteneck en Alemania.

Escrito por el crítico musical RAMÓN G. BALADO