Domo musical
El pasado 26 de junio, el Cabildo Catedral de Zamora presentaba públicamente, con la colaboración de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, la tercera edición de «Domo Musical», un ciclo de conciertos que se desarrollará durante tres días de este mes de julio en el templo mayor de la Diócesis.
Con esta iniciativa, el Cabildo pretende apostar por una actividad cultural relevante que ayude, además, a difundir la riqueza histórica y artística que atesora la catedral.
La elección de la música como protagonista de este evento no es algo que deba sorprendernos.
La institución catedralicia lleva siglos cultivando la producción musical; tanto ha sido así, que sería impensable entender la historia de la música occidental sin el apadrinamiento ejercido por este tipo de instituciones religiosas.
Nombres como Juan García de Salazar, Alonso de Tejeda o Gaspar de Arabaoloza, fueron maestros de la seo zamorana y a su inspiración se deben algunas de las páginas musicales más bellas de nuestro patrimonio cultural.
El atractivo de este «Domo Musical», al margen de una agenda de conciertos de indudable calidad artística, se ve incrementado por un aspecto que el Cabildo ha sabido rentabilizar al máximo: la exploración del espacio catedralicio en la ubicación de cada uno de los conciertos.
Las tres actuaciones tendrán lugar en tres puntos diferentes del interior con la finalidad de cautivar y sorprender al espectador.
Antes del inicio de cada actuación, se dará a la audiencia una breve explicación del lugar que sirve de escenario al concierto del día, descubriendo al espectador algunos aspectos históricos y artísticos del emplazamiento.
A ello hay que añadir el encanto de haber programado estas actuaciones al atardecer, con lo que el espectador tendrá el privilegio de cruzar el umbral catedralicio y contemplar cómo el interior va perdiendo su luminosidad natural, ofreciendo una imagen original y llena de contrastes.
El ciclo nos presenta un espacio sonoro más extenso del que estamos acostumbrados a percibir y eso es algo, sin duda, sumamente atractivo.
En este sentido, la caja de música en la que se convierte la cúpula catedralicia, el «domo», y que sirve de nuevo como presentación gráfica del ciclo cobra auténtico sentido.
El Cabildo con ello no hace más que volver a ofrecer lo que fue una realidad en el pasado, pues, no en vano, el canto y la música rebasaban el recinto del coro para extenderse a lo largo del templo (naves, capillas y claustro), tal y como ordenaba el ceremonial y las fundaciones particulares.
Una relación entre música y espacio que pueda llegar a conmover al oyente.
En definitiva, y tal y como recoge el texto de presentación del ciclo: «un deleite y admiración espirituales, sensación y sentimiento que expresan la vivencia de la belleza, reflejo de la que Dios procede y hacia Él nos conduce».
El programa
Los artistas invitados a participar en este tercer «Domo Musical» son auténticas figuras de la música antigua.
La encargada de inaugurar el ciclo, el viernes 10 de julio, será la Schola Antiqua, dirigida por Juan Carlos Asensio.
Sin lugar a dudas, una de las agrupaciones más prestigiosas a nivel internacional en la interpretación del canto gregoriano.
La Schola lleva treinta años dedicándose al estudio y difusión tanto de la monodia litúrgica occidental como de las primeras polifonías.
En esta ocasión, su presencia en Zamora cuenta con un gran atractivo: la interpretación del «Misal Votivo de san Ildefonso», conservado hoy día en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.
Es probable que este Misal se copiara en el siglo XIV para su uso en la Catedral de Zamora o incluso para la propia iglesia de San Ildefonso de la ciudad, tal y como han apuntado algunas investigaciones.
Schola Antiqua ha reconstruido todo este material musical para ofrecer un concierto realmente único, puesto que ofrece la posibilidad de volver a escuchar estas músicas en el mismo espacio donde siglos atrás debieron interpretarse con la solemnidad litúrgica acostumbrada.
La prestigiosa soprano Raquel Andueza es la protagonista del segundo de los conciertos programados, el viernes 17 de julio.
Andueza es una de las grandes especialistas en la interpretación de la música barroca europea.
Su dilatada trayectoria profesional la han llevado a subirse a los más prestigiosos escenarios mundiales de la mano de reconocidos directores.
Hace tan sólo unos días, recibía el premio, junto a su grupo, a la mejor interpretación barroca de 2014.
En esta ocasión, viene acompañada por la tiorba de Jesús Fernández Baena para proponernos «In Paradiso», un apasionante recorrido por la música espiritual del Seicento italiano: el «Lamento della Maddalena» de Claudio Monteverdi, el desgarrador «Stabat Mater» de Sances o las cantatas espirituales de Ferrari y Merula.
La voz de Raquel Andueza es capaz de crear una atmósfera íntima en cada uno de sus conciertos, conectando con el público y el espacio de una forma extraordinaria.
Este «Domo Musical» se cierra el sábado 18 de julio con la presencia de dos grandes intérpretes de la música medieval: los alemanes Norbert Rodenkirchen y Albrecht Maurer.
Ambos artistas no son ni mucho menos desconocidos: forman parte de las más afamadas agrupaciones internacionales de la música del Medievo, como el «Ensemble Dialogos» (dirigido por Katarina Livljanic) o el emblemático «Sequentia» (dirigido por Benjamin Bagby), pero al margen de ello llevan formando dúo desde hace ya mucho tiempo.
Rodenkirchen es especialista en las flautas medievales, mientras que Maurer está considerado un virtuoso del rabel y la fídula.
Esa sonoridad instrumental será la que nos acerque un repertorio centrado en la «Contemplación de la música medieval» y que rescatará la inspiración de grandes maestros del pasado, desde los manuscritos de Notker Balbulus, pertenecientes a la Abadía de San Gall, las melodías de Teobaldo, el rey trovador de Navarra o la música de Guillame Machaut, poeta y compositor francés que tanta repercusión tuvo en la Europa del siglo XIV.
Rodenkirchen y Maurer no sólo son capaces de interpretar una música de especial complejidad sino que su destreza les permite aportar a cada pieza improvisaciones u ornamentaciones, tal y como debían practicarse.
El ciclo «Domo Musical» queda anotado en la agenda cultural de este verano.
Estamos seguros que la combinación de estas músicas pretéritas con el bello espacio catedralicio hará vivir una experiencia inolvidable.
La propuesta está servida.
Más información: www.domomusical.es.
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