El regreso de ‘Farinelli’
El monasterio de la Piedad de Casalarreina acoge hoy, a las 20.30 horas, el concierto de Música Boscareccia.
Para el programador, Rubén Pérez Iracheta, esta es «una agrupación de instrumentación variable que se dedica a la interpretación del repertorio vocal camerístico».
Entre sus miembros destacan Alicia Amo, solista soprano que canta habitualmente con agrupaciones de prestigio (Zürcher Kammeroechester, Sinfónica di Lugano, Le Parlement de Musique.), y Andoni Mercero (violín y dirección), Premio Nacional Pablo Sarasate que ha dirigido a la Orquesta de Granada, las sinfónicas de Burgos y País Vasco y la Orquesta Barroca de Salamanca.
«El programa de hoy, ‘Dulce Azento’, está basado en la reciente grabación que este grupo ha llevado a cabo de música inédita de Francisco Corselli», anuncia Pérez Iracheta.
Y es que el repertorio supone un manuscrito «rescatado del Archivo de la Capilla Real, pues fue Corselli quien dirigió la Capilla Real durante los años de Bocherini en Madrid».
Las composiciones, del siglo XVIII, no se interpretan en directo desde el año 1938, así que el recital de hoy será especial y diferente, hecho para el castrato Carlo Broschi, «más conocido por ‘Farinelli’».
Este será el tercero de los conciertos del Festival de Música Antigua ‘Clássica’ tras los dos primeros llenos logrados con La Tempestad y, ayer, con La Superba.
«Creemos en este proyecto porque es un proyecto de cultura que significa mucho para Casalarreina y lo que pretende representar es la excelencia turística y la calidad de nuestros productos», afirma el programador, que añade que «la música antigua tiene un público fiel, que sabe de música y, por tanto, sabe escuchar pero al mismo tiempo es exigente».
Los dos primeros llenos, completando el aforo previsto para 400 espectadores, hacen prever que el festival cuelgue el cartel de ‘No hay entradas’ todas las jornadas.
«Quizá el éxito de ‘Clássica’ se base en una conjunción de factores: los años del festival de Sajazarra que fidelizó a un público que responde a las convocatorias, los programas que ofrecemos, la belleza del propio monasterio de la Piedad y unas fechas vacacionales donde qué puede ser más atractivo que un concierto en un lugar tan espectacular», opina Iracheta.
Escrito por DIEGO MARÍN A. para LaRioja
Querido Diego:
Muchas gracias por tu artículo. Para nosotros fue un enorme placer ofrecer ayer el programa «Dulze acento» en el Festival de Casalarreina y creemos que es importante difundir la estupenda labor de Rubén Pérez Iracheta y del resto de personas que colaboran para que este festival se afiance y celebre muchas ediciones. Sin embargo en este artículo se proporcionan algunos datos erróneos y me parece que, con el fin de no confundir algunas informaciones, convendría aclarar algunos puntos.
Corselli fue maestro de capilla de la Real Capilla de Madrid durante 40 años, entre 1738 y 1778. Es cierto que Boccherini vivió en Madrid durante algunos de esos años, ya que llegó a España en 1769; pero para cuando Boccherini llegó a España, Corselli ya había desempeñado la labor de maestro de capilla en la corte durante 31 años. Por ello parece poco recomendable relacionar tan directamente dos autores que pertenecen a épocas y, sobre todo, a estéticas claramente diferenciables.
Las cantadas contenidas en nuestro programa «Dulze acento» fueron probablemente compuestas en la década entre 1740 y 1750 y casi seguramente no han vuelto a interpretarse en público desde entonces. Supongo que el dato de que esta música no se interpreta en directo desde el año 1938 se debe a un error o a una confusión.
Y, sobre todo, las cantadas de Corselli no fueron escritas para Farinelli, o al menos no hay ningún dato que sugiera esa hipótesis. Estas cantadas sacras para soprano probablemente fueron escritas para los servicios religiosos en la corte y alguna de ellas está dedicada a un tiple italiano, músico de la Real Capilla alrededor del año 1740: Francesco Giovanini. Es cierto que tanto Corselli como Farinelli desarrollaron su actividad en el ámbito de la corte española de mediados del S. XVIII pero resulta poco acertado el título de este artículo («El regreso de Farinelli») cuando se refiere a un programa dedicado a obras de Francesco Corselli que no tienen ninguna relación con el célebre castrato.
En cualquier caso, quiero agradecerte de nuevo que hayas dedicado estas líneas a nuestra participación en el Festival de Casalarreina.
Un saludo,
Andoni Mercero