Entrevista a Sara Águeda, arpista: “la práctica musical femenina ha estado siempre presente a lo largo de la historia”
Sara Águeda es una de las principales intérpretes en la actualidad del arpa de dos órdenes, un instrumento sin el cual no se puede entender la música del Siglo de Oro español. Desde los inicios de su carrera, ha combinado la practica musical formal con la música escénica, y, de hecho, participó en numerosos montajes de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Esta experiencia le puso en contacto con el repertorio de tonos humanos y música instrumental que formaba parte del paisaje teatral del Barroco español.
Águeda afianza su relación con la música antigua en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), y desde entonces se ha convertido en uno de los más destacados exponentes de su instrumento, tanto en proyectos como solista, como colaborando con las principales formaciones europeas de este género, entre las que destacan Música Ficta, Música Alchemica, La Ritirata, La Grande Chapelle, Vandalia, Opera Omnia, Freiburger Barockorchester, Capella de Ministrers, Capella Sanctae Crucis o Le Poème Harmonique. Asimismo, su arpa suena en más de cuarenta grabaciones discográficas de sellos especializados en música clásica.
Su nuevo trabajo discográfico lleva el título Ellas renacen y pretende reivindicar el papel olvidado y poco documentado que tuvo la mujer como intérprete profesional de música en el Siglo de Oro. Las investigaciones en este campo demuestran que existían mujeres muy instruidas en la práctica musical, que no solo tocaban varios instrumentos, sino que también cantaban y eran contratadas como “criadas” para amenizar encuentros de mujeres en las altas clases sociales. Con Ellas renacen, Sara Águeda ha pretendido reproducir el repertorio que podría haber sonado en alguna de aquellas veladas musicales.
Cuéntanos cómo surge este proyecto que ha acabado plasmado en la grabación Ellas renacen.
Tenía muchas ganas de grabar Renacimiento español, llevaba unos años con un programa muy bonito donde se cuenta la historia del Rey David en los ojos del Renacimiento español, y quería también lanzarme a grabar cantando. Llevo más de diez años cantando y tocando en mis conciertos, pero nunca me había atrevido a grabarme realizando esta práctica.
Tenía muchas ideas en la cabeza, me atraía mucho la práctica del arpa en Portugal, pero buscando en los artículos científicos me topé con el siguiente: Mujeres músicas y documentos de la Inquisición en el mundo ibérico del siglo XVI: Isabel de Plazaola y la IV duquesa del Infantado de Ascensión Mazuela-Anguita. Inmediatamente contacte con Ascensión y me puse manos a la obra para intentar recrear en un CD lo que pudiera ser una tarde aristócrata con una mujer música criada en el Renacimiento. ¿Qué cantaban, que piezas instrumentales tocaban, qué instrumentos, qué temática…?
A partir de aquí comenzó la diversión
A pesar de que colaboras con tu arpa de forma habitual en numerosos discos de música antigua, llevabas cinco años, desde Stravaganza, sin publicar un trabajo propio. ¿Por qué ahora? ¿Qué te ha llevado a esperar tanto tiempo para lanzar esta obra?
Entre medias de Stravaganza y Ellas renacen está Im-posibles, un disco que también produje e hice todos los arreglos junto a la guitarrista Belisana Ruiz y el percusionista Pere Olivé. El disco salió en 2021, un proyecto fraguado en el marco de la pandemia y que disfrutamos mucho, porque genera buen rollo y es amable a todos los oídos.
También es cierto que el ritmo frenético de los conciertos a veces no me deja el tiempo que deseo para investigar, jugar y crear. Así que los proyectos los suelo cocinar a fuego lento porque me encanta disfrutar del viaje. Es la primera vez que grabo cantando y quería que fuera algo muy muy especial.
En otras ocasiones te han acompañado otros intérpretes, como Javier Núñez, Daniel Garay, la mezzosoprano Adriana Mayer o el tenor Víctor Sordo. ¿Por qué has elegido acometer la grabación de Ellas renacen completamente en solitario?
Me encanta estar rodeada de grandes músicxs y amigxs para realizar mis proyectos creativos, por eso en los discos anteriores siempre he tenido colaboradores o compañeros de viaje que van conmigo de la mano como en Stravaganza o Im-posibles, pero en esta ocasión he sido fiel a la práctica musical renacentista relacionada con estas mujeres músicas que estaban contratadas como criadas.
Ellas amenizaban esas reuniones aristócratas o incluso acompañaban solas a las duquesas, condesas o marquesas que requerían su servicio, por lo tanto, para ser fiel y ponerme en la piel de estas mujeres, necesitaba estar sola…. Aunque mi gran amigo Víctor Sordo me acompañó en la grabación (amigo y músico que ha intervenido en todas mis grabaciones, bien sea como intérprete o al otro lado de los micrófonos).
Centrándonos en el tema qué articula el disco, las mujeres que se dedicaban profesionalmente a la música en el Siglo de Oro ¿cuál es su importancia real dentro de la música renacentista española? ¿Cómo es que han permanecido “invisibles” para la posteridad?
El problema es, como casi siempre, la falta de documentación. Parece evidente que la práctica musical femenina ha estado siempre presente a lo largo de la historia, pero la información científica que disponemos es muy escasa. Haber podido destapar la punta del iceberg, gracias a las investigaciones de la musicóloga Ascensión Mazuela-Anguita, ha sido un gran descubrimiento y una puesta en orden de todo el repertorio que tenemos, que está en primera persona del femenino, y que compone nuestros grandes cancioneros (Uppsala, Palacio…)
Gracia Baptista es la autora de la primera pieza musical escrita por una mujer en España de la que se tiene constancia, que está incluida en el disco. ¿Hasta qué punto puede ser norma y no excepción? ¿Podemos pensar que hubo en España numerosas compositoras cuya obra no ha llegado a nosotros?
Estoy convencida de la presencia de mujeres compositoras en España en el Siglo de Oro. Los conventos femeninos al igual que en los masculinos, realizaban todos los oficios cantados, y un dato curioso es que, si tenías formación musical y eras mujer, al ingresar al convento te librabas de pagar la dote, por tanto estas mujeres que instruían a las demás en el convento seguro que tenían inquietudes compositivas. Y la firma anónima de tanta música nos hace especular y fantasear con que esta idea era muy real.
Otro punto es que dejaran publicar a las mujeres. No hay que ignorar que la propia Fanny Mendelssohn, no podía firmar sus obras, las tenía que firmar su hermano por ella, y estamos hablando del siglo XIX, tres siglos más tarde que nuestras protagonistas de Ellas renacen. Por eso, la aparición de Gracia Baptista dentro del libro de Venegas Henestrosa es tan importante.
¿En qué criterio te has basado para seleccionar este repertorio del disco que recrea una velada musical ficticia de la época interpretada por una de estas cantoras y tañedoras?
Quería reflejar esas piezas que están en femenino, pero también quería reflejar la práctica puramente instrumental con las piezas más emblemáticas del Renacimiento.
Estas mujeres músicas tocaban varios instrumentos y cantaban, por tanto, interpretar Mudarra, Ortiz o Narváez es un guiño a esa práctica polifacética que desempeñaban. Obviamente también me he dado el gusto de grabar piezas que siempre me han emocionado, y que podrían formar parte de estas veladas tan atractivas.
Hablemos de tu instrumento, el arpa doppia o de dos órdenes ¿cuál es su importancia dentro de la música antigua española?
En España el arpa de dos órdenes es un instrumento referente, en todas las grandes capillas españolas y en toda la práctica musical teatral estaba presente. Un día hablando con unos musicólogos, con los que suelo trabajar y admiro mucho, me decían que cuando pensamos en música antigua en España tendríamos que tener en la mente un arpa de dos órdenes. La cantidad de manuscritos en el siglo XVI y XVII, los libros de cuentas con los salarios de los arpistas, y su presencia en las instrumentaciones de las partituras nos llevan a afirmar que el arpa fue un instrumento rey en la península ibérica.
Arpa doppia es un instrumento italiano, así se llamaba al arpa que convive temporalmente con el arpa de dos órdenes, pero en Italia, el arpa de dos ordenes tiene dos filas de cuerdas cruzadas, en cambio el arpa doppia tiene dos o incluso tres filas de cuerdas paralelas.
En proporción no sois muchos los especialistas en el arpa dentro del sector de la música antigua de este país. ¿Explica eso el que participes en una cantidad tan elevada de proyectos ajenos?
Pues es probable, lo que está claro es que el repertorio del Siglo de Oro, en España, Italia e Inglaterra requiere de la participación del arpa, es un instrumento de continuo muy versátil y que acompaña a la voz y a la polifonía con gran solvencia, además, como pasaba entonces, es un instrumento más fácil de transportar que un clave o un órgano y esto hace que se cuele en los rincones más pequeños.
Supongo que tras la presentación de Ellas renacen en Madrid llevarás este repertorio por otros escenarios. ¿Tienes en mente otros nuevos proyectos a corto y medio plazo?
Espero que Ellas renacen tenga una larga vida, ya tengo bastantes compromisos, pero me gustaría explorarlo y hacer que crezca mucho.
Proyectos en mente tengo muchos… y aparte de todas las colaboraciones con grupos que me encantan, sigo defendiendo mis proyectos anteriores: El arpa de nuestra tierra, El arpa del Rey David, Vino, Los Milagros de Nuestra Señora…. Y ahora ando bastante metida en teatro con el estreno en el Festival de Almagro del Guitón Onofre, con mi querido y admirado Pepe Viyuela.
¡No hay lugar para el aburrimiento!
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