Jóvenes seducidos por el Barroco

Vicente Marín y María del Mar Machado charlan en la puerta del Aula C-16 de Económicas.

No llevan calculadoras en la mano, sino partituras y al otro lado de la puerta el silencio se torna en un aria.

Son dos de los 72 alumnos, 7 más que el año pasado, de la Academia Internacional de Música Antigua (AIMAntigua), que por segundo año ha escogido la Universidad de Burgos como sede.

Trabajan a contrarreloj para preparar Dido y Eneas y The Indian Queen, la primera y la última, esta inacabada, óperas de Henry Purcell, que, en orden inverso, estrenan el sábado en el Teatro Principal (21 horas, entre 6 y 15 euros).

Uno de los directores artísticos del curso, Manuel Minguillón, destaca la subida del número de alumnos. «Con la que está cayendo significa que nos hemos establecido y que, además, estamos creciendo», comenta satisfecho.

Considera fundamental la calidad del profesorado, que llega de la Royal Academy of Music o de la Eastman School of Music, y la dispar y lejana procedencia de los participantes, desde Brasil, Reino Unido, Francia, Japón y Portugal, además de España, también de Burgos, como Vicente, 25 años, que estaba esperando en la puerta del aula.

Empezó chelo en el Conservatorio, se fue a Musikene, a San Sebastián, a hacer el superior, viajó a Bélgica para realizar un máster y antes de ponerse a tocar puertas y enviar currículum añade una línea más con este curso, del que se enteró por casualidad. No se arrepiente.

«Los profesores son de un nivel muy alto. Es muy intenso. Están las clases de chelo, la preparación de las óperas, los ensayos de música de cámara… Son muchas cosas», anota encantado con la posibilidad de viajar al barroco.

La presencia de Jaap Ter Linden, profesor del Real Conservatorio de la Haya, una estrella del chelo barroco, ha funcionado como imán para Edouard Catalán, que llega desde el norte de Francia, animado por la violinista madrileña Izana Soria, que nunca dudó de que las clases del músico los satisfarían.

Con ellos viajó Carlota Íngrid García, tras los pasos de Guillermo Peñalver, profesor de flauta de pico y traverso, instrumento al que vive entregada desde hace cinco años, aburrida de la flauta moderna. «Los músicos no dejamos de estudiar nunca», apunta.

Los tres, componentes de Barroco Tout, ponían punto y final a su aventura ayer y coincidían en que el tiempo y el dinero invertidos han valido la pena.

La voz es el instrumento de la pacense María del Mar Machado Morán y la vallisoletana Paula Mendoza. Las dos estudian en Madrid y participan por primera vez en esta experiencia.

La primera se prendó de la música con 7 años. Siempre ha compaginado la flauta de pico con el canto y a sus 22 años su apuesta es definitiva y está lanzada a por la carrera superior.

Para AIMAntigua todos son aplausos, aunque tiene que realizar un auténtico encaje de bolillos para cuadrar horarios.

Ella hará de marinero en Dido y Eneas.

Mientras que la segunda, que interpretará al dios de los sueños en The Indian Queen, se enteró por internet.

La calidad del profesorado y la perspectiva de montar una ópera profesional la guiaron hasta Burgos.

Tanto María del Mar como Paula esperan escribir su futuro en clave musical.

A la extremeña, de 22 años, le pica el mundo de la música antigua, aunque no cierra ninguna puerta, y a la castellano y leonesa, de 28 años, con experiencia en el coro del Teatro Calderón de Valladolid, le gustaría ser cantante de ópera y zarzuela.

«Es complicado, es un mundo muy competitivo, pero hay que intentarlo», convienen ambas conscientes del esfuerzo que exige, que están comprobando en este curso que concluirá el domingo con un concierto en el Hospital del Rey.

Podéis seguir todos los pasos de la academia en su Twitter