Las cantatas bachianas son todas una maravilla
La cantata de hoy es especial.
Las que son a voz sola (especialmente para alto, como la de hoy) son muy emocionantes ya que el maestro vuelca en esa voz todas las emociones que tiene en la cabeza.
Igualmente, su característica profundidad en estas obras está especialmente destacada en este tipo de cantata, que es el de hoy.
Así, hoy, Johann Sebastian Bach (1685-1750), nos trae su cantata Vergnügte Ruh, beliebte Seelenlust, BWV 170, es decir, «Feliz reposo y amable deleite del alma».
Fue estrenada en Leipzig el 28 de julio de 1726, que era el sexto domingo después de la Trinidad.
El evangelio prescrito era el del sermón del monte, en el que se dice que nos tenemos que mover por la justicia y la compasión hacia los demás.
El texto de la cantata es de Georg Christian Lehms (de 1711) y medita alrededor de cómo tenemos que llevar una vida practicando las virtudes para llegar al paraíso, evitando el infierno. La obra es muy breve, indicando quizá que ese día en el servicio se interpretó otra cantata.
Se trata de una cantata en el sentido estricto del término ya que está construyendo usando técnicas propias del madrigal. Solo es necesaria una voz de alto, ni siquiera hay coro para el coral final.
Evidentemente, Bach debía tener a mano un cantante capaz de ejecutar la obra con plena solvencia y lo tendría en un futuro ya que volvería a componer otras cantatas para esta voz.
Se abre con un aria en forma de pastoral con bello motivo repetido en las cuerdas, sin duda una de las arias más famosas de Bach.
Prosigue un recitativo secco que conduce a otra aria orquestada sin continuo y pero con los violines y las violas obligados. La ausencia del bajo indica, para Bach, al alma que ha dejado el camino de Dios.
En el siguiente movimiento, unos compactos acordes de las cuerdas acompañan a la voz, dando paso a la última aria, que es un exultante canto de abandono a Dios y sus cosas.
Los distintos movimientos de esta cantata son
1. Aria: Vergnügte Ruh, beliebte Seelenlust
2. Recitativo: Die Welt, das Sündenhaus
3. Aria: Wie jammern mich doch die verkehrten Herzen
4. Recitativo: Wer sollte sich demnach wohl hier zu leben wünschen
5. Aria: Mir ekelt mehr zu leben
La pequeña orquesta para la que está compuesta está formada por oboe d’amore, dos violines, viola, órgano solo y bajo continuo.
La partitura de la obra puedes conseguirla aquí y texto en español del libreto puedes seguirlo aquí.
La interpretación que te propongo es la de Michael Chance (alto) y The English Baroque Soloists dirigidos por John Eliot Gardiner.
Escrito por Pepe Gallardo para Aeterna Christi Munera
Sobre Bach: «su obra y su vida nos enseñan que es tan difícil aproximarnos a él como dejar de intentarlo. Es difícil porque encarna los valores más altos del arte y de la vida, porque da expresión sabia y humana a todo, excepto a la mezquindad, que es lo fácil. Bach es esencialmente un músico de la meditación religiosa. Y esta clase de meditación, más que ninguna otra, es difícil para los hombres de nuestra época. Reconoce Bach que Dios le ha dado más talentos que a los demás hombres, y se siente por ello el más deudor entre los deudores de Dios».
Julio Sánchez Reyes
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Pues si!!
Son una maravilla, pero este comentario,tan empalagoso de les hace un flaco favor
Buemoso
Me gusta mucho!!!
Bach es Dios
AMÉN