Manseliña: el rey Arturo y los trovadores gallegos y portugueses
Don Tristán “o Namorado” fez esta cantiga”. Lais de Bretaña gallego-portugueses
Manseliña
La Edad Media es un periodo histórico sumamente largo y heterogéneo, cuyas formas culturales a menudo quedan reducidas y resumidas en una serie de lugares comunes. Se trata de diez siglos que hacen de bisagra entre el mundo antiguo y el moderno, que esconden no pocas manifestaciones creativas escasamente documentadas e insuficientemente estudiadas. Un ejemplo claro son las formas líricas galaico portuguesas de los trovadores, que florecieron en el siglo XIII al norte de la península. El conjunto gallego Manseliña ha orientado su trabajo al estudio y difusión de estas composiciones que sonaban en las cortes de la época interpretadas por juglares y trovadores, en una labor de reconstrucción musical tan arriesgada como fascinante.
Don Tristán “o Namorado” fez esta cantiga” supone el tercer lanzamiento discográfico del grupo que dirige María Giménez, y es su tercera incursión en el repertorio trovadoresco del siglo XIII. En 2019 publicaron Sedia la fremosa, que recoge cantigas medievales y tradicionales, con especial interés en la obra del trovador Martin Codax y en las cantigas del rey Alfonso X el Sabio. El año pasado grabaron una obra en torno a las cantigas de escarnio dedicadas a la soldadera María Pérez Balteira, un personaje cuya vida novelesca bien merecería un guion cinematográfico. Por su parte, este disco que nos ocupa trata de la influencia de la denominada “materia de Bretaña”, las historias del rey Arturo y sus caballeros de la Tabla Redonda, en los cantares de los trovadores gallegos y portugueses,
Como en ocasiones anteriores, María Giménez (fídula y canto) ha estado acompañada de Pablo Carpintero en la percusión y de Tin Novio interpretando instrumentos de cuerda pulsada. Adicionalmente, en este caso también han intervenido las voces de Araceli Fernández y de María y Eva Novio, así como el arpa de Manuel Vilas.
El esfuerzo llevado a cabo por los miembros de Manseliña por reconstruir el repertorio trovadoresco galaico portugués es encomiable. Como apuntan Mª Gimena del Río Riande y Germán Pablo Rossi (Apuntes para la reconstrucción filológico-musicológica de los “lais” de Bretaña gallego-portugueses. El caso del anónimo D’ un amor eu cant’ e choro, 2015), se trata de una tradición que se desarrolla a través del canto y la escenificación en las cortes de la Península Ibérica a lo largo de dos siglos, pero que ha dejado escasos testimonios escritos. Los autores sugieren que quizá la escasez de testimonios musicados dificulta la reconstrucción de las piezas, lo que puede explicar el escaso interés de los expertos por llevar a cabo una aproximación interdisciplinaria, es decir, a la vez filológica y musicológica.
Porque el corpus de la tradición trovadoresca de la lírica gallego portuguesa es reducido: dos códices, el Cancionero de la Biblioteca Nacional de Lisboa o Colocci-Brancuti y el Cancionero de la Biblioteca Vaticana. Y solamente dos testimonios muy fragmentarios incluyen información acerca de la música que acompañaba las composiciones: el Fragmento de Torre do Tombo o Pergamino Sharrer, una hoja de mediados del siglo XIV que contiene fragmentos de siete cantigas de amor de Dom Dinis, y el Pergamino Vindel, una hoja volante de hacia fines del siglo XIII con siete cantigas de amigo del trovador Martín Codax.
En este disco, el ensemble ha centrado su trabajo en los lais de Bretaña, un género de influencia francesa que alcanzó cierta popularidad entre los juglares y trovadores peninsulares del siglo XIII. El lai francés es su origen, en el siglo XII, es un texto narrativo no musicado, como los que han sido atribuidos a María de Francia, pero más adelante, desde mediados del siglo XIII a principios del XIV, aparecen los lais artúricos o de Bretaña, ya musicados, que suelen estar integrados en una pieza de prosa más extensa. De alguna forma, constituyen intermezzos líricos, estableciendo una pausa en el relato. Rio Riande y Rossi defienden la rápida difusión de estas piezas de contenido artúrico por la península en base a determinadas composiciones de trovadores gallego portugueses que habrían aparecido hacia 1250, en concreto, identifican hasta quince cantigas de este género.
Del breve compendio que existe de lais y cantigas relacionadas con el mundo del rey Arturo, Manseliña ha seleccionado varias fuentes para la grabación: el Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa, las Cantigas de Alfonso X el Sabio y la obra concreta de trovadores gallegos y portugueses.
El Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa se abre con cinco lais de Bretanha que, en palabras de Santiago Gutiérrez García (La poética compositiva de los lais de Bretanha: Amor, des que m’á vós cheguey y los lais anómalos de la post-vulgata, 2007) constituyen un “cancioneiriño particular”, y que han sido incluidos en el disco. El primero, Amor, des que m’a vos cheguey es una traducción libre del Lai de Hélys perteneciente al Tristan en prose, convertido en una cantiga de amor. Le sigue O Marot haja mal grado, en el que cuatro doncellas reprenden al Morhout, rey de Irlanda, por su fea costumbre de raptar damiselas para llevarlas como esclavas a su tierra.
Los dos lais siguientes, Muy gram temp’á, par Deus, que eu non vy y D’un amor eu cant’e choro, son cantigas de amor centradas en la ausencia, y están inspiradas en dos lais franceses del Tristan en prose, Grant temps que ie ne vi cele y D’amor vient mont chant et mon plor, respectivamente. Finalmente, el último, titulado Ledas sejamos oymays, cantado por un grupo de doncellas, trata sobre la locura de Lanzarote del Lago, tal como aparece en fuentes francesas, como el ciclo de la Vulgata.
Don Tristán “o Namorado” fez esta cantiga” incluye también dos piezas pertenecientes al corpus de cantigas de Alfonso X que contienen material artúrico. La cantiga de amor, CBN 468, Bem sabia eu, mia senhor, expresa el sufrimiento amoroso del trovador comparándolo con el de Paris y el de Tristán. Por su parte, la titulada Dereit’ é de s’ end’ achar, tiene como protagonista al mago Merlín, que defiende el misterio de la Encarnación frente a un sabio judío.
El disco de Manseliña se completa con tres piezas pertenecientes a trovadores portugueses de la época: Estevan da Guarda, Gonçalo Anes do Vinhal y el rey Dionisio I (Dinis en portugués). Este monarca poeta llegó a escribir 137 cantigas, y, en la que nos ocupa, compara sus amores con los de Tristán por la bella Iseo. Da Guarda por su parte era un trovador y privado del rey Dom Dinis, y en la cantiga de escarnio Com’aveo a Merlim de morrer, le augura al clérigo Martim Vasquez el mismo destino que sufrió Merlín a manos del hada Viviana. Por último, la obra incluye otra cantiga de escarnio, Maestre, todolos vossos cantares, del trovador lusitano Gonçalo Anes do Vinhal, que sirvió entre 1248 y 1259 en la corte castellana de Fernando III y posteriormente de Alfonso X.
Este trabajo de Manseliña, al igual que los dos que le preceden, constituye un viaje apasionante y muy sugerente hacia el sonido de la lírica de los reinos peninsulares del siglo XIII, y supone una valiosa iniciativa de investigación y reconstrucción de un material poco conocido, pero no por ello desdeñable, que nos acerca a la realidad del siempre idealizado mundo de los trovadores y los juglares.
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