MUSIQUES À VERSAILLES. “Un excelente concierto para deleitarnos con el arte de la Música Antigua“

El pasado sábado, en la vieja ermita de Vilalba Sasserra, (Municipio situado en el Montseny), tuvo lugar un acontecimiento cultural de gran altura. Y decimos de gran altura tanto por el nivel musical exhibido como por la voluntad de acercar a la ciudadanía una manifestación artística que nos transporta a otras épocas.

Las pequeñas iniciativas artísticas de municipios o entidades es el mayor regalo que se le puede hacer a la cultura en tiempos de crisis. Y esto es precisamente lo que están logrando con ilusión y esfuerzo desde el ayuntamiento del pequeño pueblo del Vallés Oriental.

En MUSIQUES À VERSAILLES nos encontramos en el siglo XVII. Francia es una gran potencia de la mano de Lluís XIV, el Rey Sol, gran amante de las artes y de la cultura. La proyección europea del poder absolutista francés tuvo en Versailles su mejor representación, estableciéndose allí la capital no oficial del reino.

MUSIQUES À VERSAILLES recrea brillantemente lo que podría haber sido un concierto en la Cámara privada del Rey. Una voz, una viola y un clavecín nos deleitan durante unos 70 minutos en un programa que va desde canciones anónimas renacentistas como es el caso de “Una jeunne fillete” pasando por Couperin, Marais, Lambert o Duphly entre otros.

Un programa fabricado con pasión por tres músicos que, acompañados de instrumentos réplicas del Siglo XVI, se acercan, con enorme talento al verdadero sonido que iluminaba las catedrales e iglesias de la vieja Europa.

El contratenor Oscar Bonany Capdeferro, a la vez de narrar el viaje que emprendemos junto a ellos, nos deleita con una presencia escénica que ensalza su voz a niveles estratosféricos.
Lixsania Fernández acaricia con enorme profesionalidad las cuerdas de su viola de gamba para iluminarnos y dejarnos a todos la sensación de querer más y mucho más.

Eva Del Campo Cassémuestra por enésima vez su unión umbilical con las teclas de su maravilloso clavecín. Sus acordes se transforman en deliciosos sonidos casi celestiales con un “bajo continuo” prodigioso que ensalza y acompaña al resto de instrumentos.

El espíritu ancestral de la ermita, llena a rebosar por un público volcado por lo exhibido, puso la guinda en un escenario perfecto, entre aromas y árboles centenarios del Montseny.

Escrito por Joan Frank Charansonnet | nosolocine.net