Por la difusión del patrimonio musical
En las últimas décadas los músicos españoles han conquistado una inédita posición en el siempre difícil campo de la práctica interpretativa historicista.
Y decimos inédita por ventajosa, incluso brillante.
Una circunstancia que es consecuencia directa de la implantación de la disciplina en los conservatorios y universidades, del desarrollo de la musicología y la investigación.
Tampoco son ajenos a este fenómeno la eclosión de festivales especializados por todo el país, ni el entusiasmo de un público bien informado y cada vez más amplio.
Es la suma de estos factores la que ha propiciado la capacitación y el desarrollo de excelentes profesionales versados en lecturas históricamente informadas, expertos que se han incorporado a los circuitos internacionales como solistas o en agrupaciones propias.
Alicia Lázaro, presidenta de la Asociación de Grupos Españoles de Música Antigua (GEMA), confirma que a día de hoy son sesenta los grupos asociados.
Catedral y Auditorio
El Ciclo de Músicas Históricas que el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) organiza en León nos permite aproximarnos y disfrutar del imprescindible trabajo que realizan estos intérpretes.
Por la catedral han pasado Eduardo López Banzo, Carles Magraner y su Capella de Ministrers -a punto de cumplir treinta años ya−, los solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla y el grupo Musica Boscareccia.
A partir de enero y en el Auditorio podremos escuchar también a Jordi Savall con Hespèrion XXI, a Fahmi Alqhai con su Accademia del Piacere, a La Bellemont, a Eloqventia y también a la Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca, uno de esos semilleros sobre los que escribíamos más arriba.
No obstante y siendo esencial su labor formativa, más trascendente nos parece la tarea de defensa y difusión del patrimonio musical español, un inventario de extraordinario valor que estas agrupaciones se encargan de recuperar, editar, interpretar y grabar.
Así, en los programas del ciclo está presente el repertorio antiguo internacional, Dowland, Purcell, el barroco francés, Bach, etc… pero también, Mateo Flecha, Correa, Gaspar Sanz, Santiago de Murcia, Cabezón, y otros menos conocidos como Bernardino de Ribera o Pablo Minguet.
Entre los hitos de este proceso de recuperación de nuestro patrimonio, recuerdo el programado hace dos años por el flautista leonés Alejandro Villar, director y fundador del mencionado Eloqventia que, precisamente por encargo del Centro Nacional de Difusión Musical y del Festival Internacional de Órgano Catedral de León, presentó al público el Canto de la Sibila, inédito conservado en el archivo de la catedral leonesa.
Esta profecía del fin del mundo alcanzó una gran difusión en toda Europa a lo largo de la Edad Media, incorporándose a la liturgia católica en la misa de Nochebuena.
Prohibida por el Concilio de Trento, en los últimos tiempos se ha llevado a cabo la exhumación de este ritual cantado en muchos templos. Y esta aportación es sólo un ejemplo.
Escrito por INÉS MOGOLLÓN para Abc.es
Nosotros hemos tenido el orgullo de presentar a Jordi Savall varias veces en nuestro festival annual Tropical Baroque Music Festival. Miami Bach Society manda saludos a todos en este fin de año. Felicidades!