ROMANCE. A las puertas de Granada
Accademia del Piacere y su director, Fahmi Alqhai, se presentarán en París este viernes 11 de septiembre con el nuevo programa de concierto Romance, en el que darán vida a las músicas cristianas y árabes de la época de la toma de Granada: romances fronterizos, canciones renacentistas y nubas de la tradición arábigo-andalusí, preservadas durante siglos en Marruecos y Siria tras el exilio de los últimos moriscos españoles.
Junto a Accademia del Piacere cantarán especialistas de primera línea en uno y otro repertorio, como Begoña Olavide y Mariví Blasco.
El concierto se celebrará en las Termas romanas de Cluny (Museo de la Edad Media) para el importante Festival d’Île de France, y será retransmitido por France Musique.
En palabras de Alqhai, músico sevillano de origen sirio-palestino, «la tradición escrita occidental y la tradición oral árabe han conservado, cada una por su lado, músicas que tenían un origen común, de un tiempo en que las fronteras eran porosas para los artistas, se intercambiaban melodías e improvisaciones de una forma natural, como una torre mudéjar se integraba en una iglesia gótica».
El programa se prepara en el taller musical de los Alqhai desde hace casi un año, y —sigue Fahmi—, «aunque desgraciadamente los acontecimientos recientes en Siria han puesto el tema de actualidad, la historia de las idas y venidas desde Oriente a Andalucía es antiquísima: primero, a inicios de la Edad Media, la llegada de la música árabe de Ziryab a Córdoba y Granada, y luego, transmutada en música clásica andalusí, su retorno con el exilio morisco a Marruecos y Siria y su conservación, así reconocida, por siglos».
Tras su actuación en París, Accademia del Piacere cruzará el Atlántico para continuar su gira de otoño, ahora junto al cantaor Arcángel, con el que visitará el Festival de Música Sacra de Bogotá, en Colombia —donde Accademia interpretará además un programa camerístico dedicado a Bach—, y luego el Festival de Música Antigua de Almada (Portugal), en el que actuarán por tercer año consecutivo.
Próximas actuaciones llevarán al conjunto sevillano a Hamburgo (Alemania), Madrid, Panamá, Varsovia (Polonia) y Suiza.
En primavera Fahmi Alqhai realizará una gira como solista por Japón.
ROMANCE. A las puertas de Granada
Las fronteras que dibujamos en los mapas, impermeables y peligrosas para los ejércitos, son sin embargo porosas y tentadoras para el trasiego de músicos y poetas.
Sólo así entendemos que moros y cristianos, enemigos irreconciliables hace cinco siglos en el campo de las armas, se dieran la mano en el de las letras y las melodías.
Y no sólo se abrazaron pueblos de uno y otro lado de la linde, como en nuestros vívidos romances fronterizos, sino que tierras en apariencia tan lejanas como Granada y Siria, o tiempos tan remotos como el siglo XV y el XXI, comparten versos y músicas: entre las bombas que hoy castigan Alepo aún se escuchan las moaxajas de su escuela andalusí, joya traída de un exilio antiguo, como aún resuena aquí su versión castellana, los villancicos, de los que cientos fueron recogidos en nuestros cancioneros del Renacimiento.
Con la expulsión de los últimos moriscos de La Alpujarra —quién sabe si herederos de los primerísimos musulmanes asentados en Granada, también venidos de Siria— el canto andalusí parecería haber sido condenado al confinamiento en el recuerdo de los desterrados; pero la victoria oficial, con su contracara inevitable de derrota y humillación, no pudo impedir que el arte musical morisco se infiltrara en el folklore andaluz para fecundar el flamenco; mezclados en el crisol de la marginación con gitanos y trashumantes de toda laya, los últimos moriscos legaron a nuestro ADN musical sus melismas, esa inconfundible manera de vocalizar que, más allá de pruebas musicológicas, hace girar la cabeza a cualquier andaluz cuando oye el canto del almuédano.
Escuchemos cómo esos ancestrales parientes artísticos unen hoy sus voces, cómo los atávicos recuerdos de un pasado remoto salvan tiempos y distancias para hacerse música nuestra, viva y palpitante.
Daniela Martorano, Rafael Clx