Una elegía polifónica
Hoy te traigo polifonía de la más bella, y en este caso la palabra elegía no la traigo porque sea música especialmente melancólica sino porque verdaderamente es de ese género.
Creo que el maestro renacentista de hoy debuta en este rinconcito así que nos vamos a vestir de gala para recibirle como se merece, como un gran compositor que es.
Ese hombre no es otro que Costanzo Festa (c1485-1545), maestro italiano nacido en algún lugar cercano a Turín.
Por cierto que Festa murió un 10 de abril.
Es posible que viajase a Francia y pronto sus motetes y madrigales fueron famosos en distintas cortes como la de Ferrara.
Trabajó para Rodrigo y Alfonso d’Avalos en la isla de Ischia (cerca de Nápoles) y posteriormente se unió a la capilla papal de Roma.
En ese trabajo para la Capilla Sixtina tuvo lugar de componer abundante y buena música religiosa.
Como tal maestro reconocido murió finalmente en Roma.
La obra que te traigo hoy de Costanzo Festa es su primera obra conocida.
Se llama Quis dabit oculis.
Se trata de un motete que es un lamento, una elegía bellísima.
La dedicataria de esta obra es Ana de Bretaña, duquesa de Bretaña y dos veces reina consorte de Francia que murió en 1514.
Los funerales por Ana fueron extraordinariamente largos ya que duraron 40 días y sirvieron de modelo para futuros funerales hasta el siglo XVIII.
Esas largas jornadas constituyeron una gran inspiración para varios maestros, como nuestro Costanzo Festa.
La obra es impresionante, de una profundidad sublime y muy intensa. Jean Mouton escribió un motete con el mismo texto.
La interpretación que te traigo es la del conjunto Huelgas Ensemble dirigido por Paul Van Nevel.
Escrito por Pepe Gallardo (Periodista Digital)
Amo música antiga.