Una música que es pura ciencia
El director granadino Pablo Heras-Casado muestra la riqueza expresiva que anima la música religiosa de tres compositores anteriores a Bach que ilustran una época de gran importancia en la historia de la música europea.
Hablamos de Michael Praetorius, que fue maestro de capilla en Dresde, y otros dos autores con el mismo apellido, pero de distinta familia, Hieronymus Praetorius y su hijo Jacob, pertenecientes a una gran dinastía de organistas hamburgueses.
El programa reúne nueve motetes y dos Magnificat que son una fuente de sorpresas por su inmediatez melódica y armónica.
Heras-Casado recrea los sugerentes efectos teatrales y las disonancias con voluntad de transmitir al oyente actual el poder de comunicación de una música que es ciencia pura, pero también pasión y sentimiento.
Y lo hace sacando extraordinario partido del virtuosismo, la precisión y la pureza sonora del coro y conjunto Balthasar-Neumann.
Praetorius. Motetes y Magnificat Balthasar-Neumann-Chor und Ensemble. Pablo Heras-Casado, director. Archiv-Produktion
Michael Praetorius
Michael Praetorius (Creuzburg, Turingia, 15 de febrero de 1571 – Wolfenbüttel, 15 de febrero de 1621) fue un compositor y organista alemán.
Fue uno de los más versátiles compositores de su época e influyó en el desarrollo de formas basadas en himnos protestantes.
Michael Praetorius nació en Creuzburg (cerca de Eisenach, Turingia) en el seno de una estricta familia luterana, lo que determinó todo el curso de su carrera musical.
Su padre había sido alumno de Martín Lutero y le había asistido en la confección del Himnario Luterano original.
Estudió en Torgau, Fráncfort del Oder y luego en Zerbst (Anhalt).
Fue organista en la Marienkirche antes de trabajar en la corte de Wolfenbüttel como organista, y desde 1604 tuvo el cargo de Maestro de capilla.
De 1613 a 1616 trabajó en la corte sajona en Dresde, donde fue influido por los músicos italianos, incluyendo el estilo policoral de la Escuela de Venecia.
Su posterior desarrollo de la forma del concierto coral, particularmente la variedad policoral, resultó directamente de su familiaridad con los músicos de Venecia, como Giovanni Gabrieli.
ESCRITO POR JAVIER PÉREZ SENZ
| cultura.elpais
Es ciencia, arte, divertimento y alimento para el espiritu.
La buena Música es extraordinaria, además de todo lo dicho anteriormente te transporta y te hace sentir enormemente bien.
Me tiene hasta la punta del pelo leer estas barrabasadas: la música es un fenómeno y, como tal, se puede estudiar a través del método científico, o no.
La ciencia tal y como la entendemos aparece en el siglo XVII, así que vamos a dejar de decir chorradas. Pitágoras era un filósofo (de ser algo).