Puede que sea la primera vez que se realice un concierto para cinco órganos

Imagine una gran sala de concierto con cinco órganos, cada uno con características visuales y acústicas diferentes, interpretando piezas a la vez.

Si bien una de estas complejas cajas es ya un festín musical, imagine cinco, sería un laboratorio de sonidos impresionante, “sería como tener una orquesta gigante”, señala en entrevista Gustavo Delgado, uno de los intérpretes de ese concierto que se avecina y será único.

El Festival Internacional del Órgano Barroco llega a su edición número XXIII y si bien su esencia continúan siendo los instrumentos musicales históricos ubicados en la capital, Puebla, Tlaxcala y Oaxaca, esta edición cuenta con novedades muy especiales.

Una de ellas será este concierto a cinco órganos (Buxtehude, Pachelbel, Sweelinck, Frescobaldi y Bach, sus nombres), que representan distintas escuelas y tradiciones musicales organísticas.

El concierto se llevará a cabo el 22 de noviembre en el Centro del Órgano de la Academia Mexicana de Música Antigua para Órgano (AMMAO), ubicado en la Parroquia de San Agustín, Polanco (Horacio 921), el cual se han convertido en un escenario clave para la difusión cultural de la música de órgano. Será esta misma sede donde arrancará mañana el festival, con un concierto a las 15:00 horas del organista español Pedro Alberto Sánchez.

Será también en la Parroquia de San Agustín donde Delgado Parra, quizá el más importante organista, compositor e investigador de la música de órgano de nuestro país, presentará su Antología de obras para órgano el próximo 6 de diciembre, y que además contará con un concierto donde interpretará algunas de éstas, acto que cerrará el festival.

CONCEPTO VETUSTO.

También organizador del festival desde hace 23 años, Gustavo Delgado —profesor de la Facultad de Música de la UNAM y del Centro Nacional de las Artes—, señala que este evento es una ventana para que la sociedad mexicana tenga un mayor conocimiento del patrimonio organístico del país, no sólo de los instrumentos históricos, sino de la música, que se van desdibujando a través de los años.

El concepto mismo de “órgano histórico”, agrega, requiere de una actualización y desanquilosamiento para ayudar a revitalizar la cultura y la música de este instrumento.

“Si bien tienen valor histórico, la etiqueta es sinónimo de vetusto, viejo y que son piezas de museo, lo cual es una desventaja porque el instrumento musical debe vincularse con el presente para tener vigencia”.

Pero este concepto del órgano barroco mexicano es reflejo de un escenario más complejo donde el olvido y las paradojas convergen.

“Después de 23 años, nos encontramos con que sigue habiendo instrumentos abandonados en las iglesias, semidestruidos o vestigios escasos; hay otros casos en que están conservados, pero abandonados sin posibilidad de tocarlos”.

Para conocer el programa del festival ingresar a www.ammao.org.mx

Todas las actividades y conciertos son gratuitas.