La música de las piedras

El Maestro Mateo labró en piedra la foto a todo color de un conjunto de músicos afinando antes de su actuación.

Luego, el Pórtico de la Gloria guardó la instantánea pero los ocho siglos transcurridos desde entonces casi acabaron con su color y quién sabe si también hicieron que -como en El retrato de Dorian Gray y a cambio de la eterna juventud de su música- los músicos de la arquivolta de Mateo envejecieran hasta representar a los veinticuatro ancianos del Apocalipsis.

Este viernes a las 19.00 horas volverá a sonar en el auditorio del Museo del Prado esta música sin edad, que ya era tradición en la seo compostelana desde décadas antes de la construcción del Pórtico.

La construcción de los instrumentos del pórtico comenzó hace veintisiete años como proyecto de la Fundación Barrié bajo la dirección de José López Calo S.J. y Carlos Villanueva, profesores de la Universidad de Santiago.

Desde entonces, se han utilizado en conciertos en los que, en palabras de López Calo ha sido “un nuevo concepto de representación de la música medieval”, que jugó un papel importante en las peregrinaciones a Compostela.

Tres himnos de peregrinos recogidos en el Códice Calixtino (siglo XII) constituirán el primer bloque de los tres de este concierto:

El aroma a icono bizantino de Dum Paterfamilias dará paso a la sencillez y ambiente monacal de las antífonas Ad sepulcrum y Ad Honorem.

Un breve pero muy emotivo homenaje a la que podríamos considerar la primera guía de viajeros de la historia de Europa.

Tras este, las Cantigas de amigo, canto predominantemente femenino de ausencia del amado, estarán presentes en cinco preciosas muestras.

Tres de las siete compuestas por Martín Códax –Quantas sabedes amar amigo, Mia irmana fremosa y Mandad’ei comigo- estarán acompañadas de Quando eu vejo las ondas, de Roi Fernández y Cavalgaba noutro dia, de Vasco Gil.

Todas ellas recobrarán su perpetua lozanía en las manos y voces del grupo Martín Códax, que honra en su nombre al trovador gallego de finales del s. XIII e inicios del XIV, y es uno de los grupos de referencia en el estudio e interpretación de la música medieval.

El último bloque del concierto lo constituyen cuatro de las Cantigas de Santa Maria: Non é gran cousa (C.S.M. nº 26), De grad’a Santa Maria (253), Santa Maria Strela do dia (100) y Da que Deus mamou (77).

Un corpus de 420 composiciones escritas en la corte de Alfonso X El Sabio con características que hacen de ellas la música culta de la época.

Literariamente, su escritura en gallegoportugués, la lengua de la cultura en la Corte del rey sabio, las separaba de las canciones populares.

Musicalmente, están escritas en “notación mensural” -primer sistema musical que precisaba el ritmo, dando valores de tiempo a cada nota- y su carácter paralitúrgico hace de ellas un prodigio de equilibrio entre la canción profana y la música sacra de su época.

Escrito por JULIÁN CARRILLO para el País (GALICIA)

Concierto

Concierto ‘Ad sepulcrum beati Iacobi. Músicas para los instrumentos del Pórtico de la Gloria’, por Martín Códax, programado con motivo de la exposición ‘Maestro Mateo en el Museo del Prado’, abierta en el Museo del Prado hasta el 24 de abril.

La gran arquivolta que enmarca el tímpano del Pórtico de la Gloria está protagonizada por las figuras de los veinticuatro ancianos, presentes en el capítulo 4 del Apocalipsis.

Agrupados por parejas, a partir de las dos figuras centrales, se establecen entre ellos diálogos y miradas en los momentos previos a comenzar su concierto celestial.

La precisión con la que Mateo reprodujo, en piedra, los instrumentos y la posición de los ancianos músicos a la hora de tocarlos, -testimonios clave para el conocimiento de la organología medieval-, ha permitido recuperar su sonoridad y, con ella, los sonidos del Pórtico y la música de una época fundamental para la Catedral de Santiago.

La Catedral contaba, desde unas décadas antes del Pórtico, con una especial tradición musical, recogida en el Códice Calixtino y de la que da fe la Historia Compostelana, en la que muy posiblemente jugó un importante papel el auge de las peregrinaciones a Santiago y la distinta procedencia y tradiciones de los peregrinos.

Ello queda demostrado en el Pórtico, donde aparecen gran número de instrumentos para un pequeño lugar situado en el noroeste de la península Ibérica en los años finales del siglo XII.

Como en todo el proyecto del Maestro Mateo en la Catedral, nada es banal y responde al desarrollo de un mensaje.

La música es símbolo de renovación en el ser humano y los ancianos del Pórtico afinan sus instrumentos antes de interpretar un cántico nuevo, “los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes que tenían cítaras y redomas y cantaban un cántico nuevo” (Apoc. 5, 8.9), el mismo que el peregrino seguirá en su nueva vida tras haber llegado a la tumba del Apóstol Santiago.

Martín Códax es uno de los grupos españoles de referencia en cuanto al estudio y la interpretación de música medieval.

El grupo dedica especial atención a los repertorios relacionados con las peregrinaciones a Santiago de Compostela, especialmente en los siglos XII al XIV.

Su repertorio recoge las manifestaciones musicales más relevante de la Edad Media en la Península Ibérica: El Códice Calixtino, el de las Huelgas, Cántigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, Cantigas de Amigo de Martín Códax, entre otras.

En sus interpretaciones el grupo utiliza reproducciones de instrumentos medievales construidos a partir de fuentes iconográficas diversas, como el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, miniaturas de las Cantigas de Santa María, etc., así como instrumentos tradicionales buscando una plena integración de todos estos elementos para la realización de una música viva y gratificante.

Programa: piezas del Codex Calixtinus (Códice Calixtino, s. XII), Cantigas de Amigo (s. XIII) y Cantigas de Santa María (s. XIII).

Las entradas, que cuestan 10 €, pueden comprarse en las taquillas del museo, a la venta a partir del 6 de marzo.

Lugar: Auditorio del Museo del Prado

Más información en la WEB del Museo del Prado