Música para reconfortar el Alma
Gradualia presenta «Fuerunt mihi lacrimae», un oficio de difuntos completo de Cristóbal de Morales en el ciclo de El Canto de Polifemo.
Gradualia ofrecerá el próximo sábado 17 de febrero a las 19:00 h. en la iglesia de las Hermanas Mercedarias de Góngora (Calle Luis de Góngora, 5, Madrid) el concierto titulado Fuerunt mihi lacrimae, que rescata la más olvidada música de Cristóbal de Morales (ca. 1500-1553).
El concierto se enmarca dentro del emergente ciclo de música El canto de Polifemo.
Gradualia, grupo vocal creado y dirigido por Simón Andueza, invita a descubrir un oficio de difuntos tal y como pudo ser interpretado en el siglo XVI.
Para ello nos basaremos en la bellísima Missa pro defunctis a cuatro voces del genio sevillano Cristóbal de Morales.
Este Requiem, eclipsado por la obra homónima de Morales a 5 voces, logró una enorme difusión en la Península Ibérica.
Lo encontramos en manuscritos de Ávila, Granada, Málaga, Montserrat, Oporto, Segovia, Tarazona, Valladolid, Lerma, El Escorial… y en muchos de estos lugares se encuentra en distintas fuentes.
Pero la verdadera novedad de este programa se encuentra en el reciente hallazgo del Manuscrito número 21 de la Catedral de Valladolid, en donde encontramos unas piezas polifónicas únicas que se añaden a las habituales de una Missa pro defunctis del siglo XVI.
Encontramos algo parecido, aunque mucho más extenso y minucioso, en la Agenda Defunctorum (1556) de Juan Vásquez.
Dichas piezas polifónicas permiten conocer cómo era un oficio de difuntos completo antes de la implantación del Rito Romano en la Península Ibérica.
Los polifonistas que tratan el tema mortuorio suelen dedicarse a escribir tan solo las partes del propio de la misa, omitiendo todo lo concerniente al resto del oficio y a las composiciones compuestas por Morales.
Estas obras añaden además mucha poesía y esperanza al trágico oficio de difuntos, y serían muy consoladoras para los asistentes a la ceremonia.
Este oficio polifónico comienza con un invitatorio, con tres lecciones de difuntos y con un responsorio, para después dar paso a la misa que va adornada con los Versus encontrados en Valladolid, que glosan con preciosa poesía distintas partes del Réquiem.
La Absolutio a cuatro voces, con la que concluye esta solemne ceremonia, también es una pieza única de este manuscrito.
Estas poéticas composiciones poseen textos tan sugerentes como el que nombre al programa Fuerunt mihi lacrimae (“Fueron mis lágrimas”), Animae eorum in bonis demorentur (“Sus almas partirán bondadosamente”), De profundis clamavi ad te, Domine (“Desde lo más profundo clamo a ti, oh Señor”), o Si iniquitates observaveris, Domine quis sutinebit? (“Si tu atención maldades examina, ¿quién podrá subsistir?”).
Gradualia estará compuesto en este concierto por los siguientes miembros:
Delia Agúndez, soprano, Ana Cristina Marco, alto, Diego Neira, tenor y Simón Andueza, barítono y director.
Tanto si se creen en la vida eterna como si se admiran la belleza de la música y de la poesía, este concierto hará que las almas de los asistentes se sientan aún más reconfortadas.
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Más información
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