La maravillosa música de un desconocido maestro

Vamos a ir adentrándonos en ese misterioso (por tantos sentidos) que es la Semana Santa y vamos a hacerlo en compañía de buena música, como la de hoy.

Viene de un maestro que es un verdadero desconocido pero, según la música que vamos a escuchar, es un buen artista.

Música bella y sobria, pero también espectacular y maravillosa, propia de este tiempo.

Ese maestro es Tiburtio Massaino (antes de 1550-después de 1608), maestro italiano nacido en Cremona.

Fue monje agustino y estuvo en el convento de Piacenza hasta que fue nombrado maestro de capilla de Santa Maria del Popolo de Roma en 1571.

En 1578 estuvo al servicio de la familia Rangoni en Módena y siguió viajando por Europa como por ejemplo cuando estuvo al servicio del archiduque Fernando II en Innsbruck y luego pasó a Salzburgo.

Llegó a conocer a grandes maestro de su época, como Adriano Banchieri o Philip de Monte.

Compuso una buena cantidad de madrigales y obras religiosas en la que se aprecia claramente la grandiosidad de la música de Giovanni Gabrieli, que también se pone de manifiesto en sus canzonas para trombones.

De este maestro te propongo escuchar su Musica super Threnos Ieremiae prophete in maiori hebdomada decantandas, obra a 5 voces compuesta en 1599 para el Monasterio del Monte de los Olivos de Piacenza.

Su estilo es principalmente silábico con una rica fundamentación armónica.

Massaino se decanta por una música sobria, más todavía que la de sus contemporáneos.

Por ejemplo, las declamaciones sobre las letras hebreas sobre breves y el «Jerusalem» final presenta unas bellas notas descendentes sobre las palabras «convertere», algo que dota a la música de un color especialmente inolvidable.

La interpretación es del conjunto Huelgas Ensemble dirigido por Paul Van Nevel.

Escrito por Pepe Gallardo para Aeterna Christi Munera