Un día como hoy nació uno de los mejores compositores de la historia
El 4 de marzo de 1678 nacía una de las figuras más relevantes de la historia de la música, hablamos de Antonio Lucio Vivaldi, más conocido como Antonio Vivaldi.
Nació en Venecia y fue bautizado provisionalmente en su casa y oficialmente en la iglesia de San Giovanni in Bragora, que aún se erige en la espléndida ciudad de los canales.
El bebé recibió el bautismo en su casa «per pericolo di morte», según una breve noticia que ofrece detalles sobre su nacimiento
Poco se sabe de la infancia de Vivaldi.
Hijo del violinista Giovanni Battista Vivaldi, el pequeño Antonio se inició en el mundo de la música probablemente de la mano de su padre, y fue el autor de más de 500 conciertos, 70 sonatas, 45 óperas y música religiosa.
Escribió mucho –de hecho muchísimo– y, por suerte, nos quedó una gran parte de ello para disfrutar.
Si bien fue muy célebre durante la primera parte de su vida, disputado por reyes que lo querían a su servicio, en su vejez se quedó sin benefactores, por lo que murió olvidado, en la pobreza.
Antonio Vivaldi, a fondo
En 1703, se ordenó sacerdote y es llamado «il prete rosso» (el cura pelirrojo).
Parece ser que no siempre puede cumplir con sus obligaciones debido a su mala salud.
Se sabe que sufría complicaciones respiratorias, posiblemente asma o angina.
Fue acusado de abandonar el oficio de la Misa por atender a su inspiración.
Comenzó a enseñar en un conservatorio de niñas huérfanas, el Ospedale della Pietá, donde permaneció hasta 1740 como profesor mientras componía conciertos y oratorios para los conciertos semanales.
Autor de más de 500 conciertos y 70 sonatas, 45 óperas, música religiosa como el oratorio Juditha triumphans (1716), el Gloria en re (1708), misas y motetes.
Johann Sebastian Bach, estudió su obra mientra se formaba.
Sus conciertos fueron un modelo a seguir en toda Europa, influyendo en todos sus contemporáneos.
Más de 300 de sus conciertos están escritos para solista (220 para violín y otros para fagot, violonchelo, oboe y flauta).
Además escribió concerti grossi, 25 para dos violines y 32 para tres o más instrumentos y algunos son concerti de ripieno (para orquesta sin solistas).
Estableció una de las características básicas del concierto de los siglos siguientes: su uso para lucimiento del virtuoso.
Fue el primer compositor que utilizó de forma coherente el ritornello.
Éste se repetía en diferentes tonalidades y era interpretado por toda la orquesta.
Alternaba con episodios interpretados por el solista, a menudo de carácter virtuosista.
Sus conciertos para violín opus 8, Las cuatro estaciones, son uno de los primeros ejemplos de música programática.
Durante su vida fue más reconocido como violinista que como compositor, siendo también acusado de repetitivo y rutinario.
Su muerte
Los enemigos de Vivaldi presionaron al cardenal de Ferrara para que prohibiera por inmoral la temporada de ópera que este tenía que realizar.
Este hecho hizo decidir a Vivaldi a marchar hacia Viena donde reinaba Carlos VI, para conseguir el puesto de compositor de la corte.
Desgraciadamente Vivaldi llegó en el peor momento.
Carlos VI murió; su hija, la nueva reina, tuvo que huir y los húngaros se habían levantado en armas.
Estaban en guerra y con este panorama Vivaldi quedó sin protección y tuvo que ir malvendiendo manuscritos hasta su muerte.
Un 28 de Julio, pero de 1741, a la edad de 63 años, muere en Viena a causa de una inflamación interna.
Este sacerdote secular, había sido tratado por una congestión… y se sabe que su funeral fue modesto, el tipo de ceremonia que se hacía a los indigentes.
Murió en casa de la viuda de un fabricante de sillas de montar y su cuerpo se inhumaría dentro de un saco, en el cementerio de San Marcos, en una fosa común, de la misma forma que ocurriera años más tarde con Mozart..
A pesar de este triste final y de un largo período de olvido, la obra de Vivaldi contribuyó a sentar las bases de lo que sería la música de los maestros del clasicismo, sobre todo en Francia, y a consolidar la estructura del concierto solista.
Con su muerte su música estaría olvidada hasta su redescubrimiento ya avanzado el siglo XX.
La obra de Vivaldi
Se conservan de Vivaldi más de quinientos conciertos, 195 composiciones vocales, entre las que se cuentan 45 cantatas de cámara, y 46 óperas, aunque sólo una parte de su música fue publicada durante su vida.
Inscrito en la época del barroco, su estilo estuvo inbuido de la estética veneciana y supuso una revolución en el estilo formal del siglo XVIII, hacia una búsqueda de la emoción.
Durante su vida, Vivaldi fue considerado como un genio innovador que renovó la tradicional forma del concierto.
La brillantez en el uso de los instrumentos de cuerda, para los que compuso la mayoría de su obra, aportó una nueva dinámica a la música barroca.
Desarrolló sus obras con el esquema allegro-adagio-allegro y creó unas partituras dramáticas y ricas en contrastes.
Equilibró las proporciones alrededor del adagio central, señalando las oposiciones dinámicas, introduciendo elementos líricos en sus melodías y acentuando la antinomia con el enfrentamiento entre los solistas y la orquesta.
Por ello, es considerado como el creador del concierto para solista.
Sus primeras obra publicadas fueron las Trío-sonatas, Op. 1 (1705), que estuvieron dedicadas al conde Anibale Gambara. Cuatro años después apareció el Op. 2, cuatro sonatas para violín y clave y en 1711se dio a conocer el Op. 3, L’estro armonico, que constituyó la más importante colección de conciertos del siglo, como demuestra el hecho de que Bach realizase diversas transcripciones de la obra.
En 1713 comenzaron a representarse sus óperas, como Ottone in Villa y Orlando finto pazzo. Un año después se publicó su Op. 4, La stravaganza.
Entre 1720 y 1723 Vivaldi se dedicó plenamente a la ópera, escribiendo, entre otras Filippo, re di Macedonia, Gli inganni per vendetta y La verità in cimento.
En diciembre de 1723 se publicó el Op. 8, Il cimento dell´armonia e dell´invencione, que contiene las famosas Cuatro estaciones; éstas cuentan con un soneto descriptivo de la obra, lo que las hace valedoras del «título» de primera composición programática, Su Op. 10, seis conciertos para flauta y orquesta, fueron publicados hacia 1730.
Sus conciertos más conocidos son los doce que componen el Cimento dell’ Armonia y dell’ Invenzione (1725).
Los primeros cuatro conciertos incluyen las célebres Cuatro estaciones: nº 1 en mi mayor, La primavera; nº 2 en sol menor, El verano; nº 3 en fa mayor, El otoño y nº 4 en fa menor El invierno.
Os dejamos una película que se hizo sobre su vida, no obtuvo gran reconocimiento, pero es interesante para quienes admiren su obra.
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