Por los albores de la Semana Santa
Hoy Cristo muere en la cruz pero esa muerte no tiene en él la última palabra porque vencerá la Vida con mayúsculas, al igual que vencerá en nosotros.
El Viernes Santo es, fundamentalmente, un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de Jesucristo en el Calvario, quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna.
De allí que la cruz se haya tomado como el símbolo de la gloria para la adoración de los cristianos.
A este respecto, escribe, en la Biblia, Pedro: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu”
La Semana Santa es una celebración en la que se conmemora el sacrificio de Jesucristo para el perdón de los pecados de la humanidad.
Eso ha inspirado a incontables manifestaciones artísticas, que van desde la pintura, literatura, cine y, por supuesto, la música.
Así que les dejamos algunas de las mejores piezas para estas fechas.
Thomas Tallis – Lamentation
Tallis sirvió bajo el mandato de Enrique VIII, María I y Elizabeth I, y adaptó su música para satisfacer la religión oficial, ya fuera católica o protestante.
Sus Lamentaciones fueron escritas cuando el compositor tenía unos sesenta años, y en los 20 minutos de música se puede escuchar una vida de agitación religiosa a través de las narraciones bíblicas más tumultuosas.
Carlo Gesualdo – Tenebrae Responsories for Holy Saturday
El compositor italiano Carlo Genualdo, Príncipe de Venosa, fue de las excepciones que confirmaban la regla.
Siendo rico, podía escribir lo que quisiera, sin necesidad de ganarse la vida atendiendo al gusto de los mecenas.
Su Tenebrae, que se basa en los infelices eventos de la Pasión de Cristo durante el Jueves Santo y el Viernes Santo, es un ejemplo perfecto de su mente torturada.
El compositor asesinó brutalmente a su primera esposa y a su amante cuando descubrió su aventura, y hacia el final de su vida pasó de la música secular a la religiosa.
Greogrio Allegri – Miserere
Esta obra coral es inquietante, a la vez que hermosa.
Lleva el texto latino de “Miserere mei, Deus” -de dónde toma su nombre- del Salmo 51 a la música para dos coros.
No hay certeza de cuándo se compuso el Miserere de Allegri, pero sabemos que fue durante el reinado del Papa Urbano VIII, probablemente durante la década de 1630. Se habría utilizado para servicios en la Capilla Sixtina el Miércoles y el Viernes Santo de la Semana Santa.
Johann Sebastian Bach- Pasión según San Mateo
Bach es reconocido por la hermosa música sacra que compuso.
La Pasión según San Juan es una obra bellísima, pero elegimos esta pieza porque es una de las mejores piezas musicales jamás escritas.
Es considerada como un tesoro de innovación, incansablemente sorprendente en sus combinaciones de estilos musicales de la época y envuelta en misticismo.
Algunos eruditos asocian la pieza con la numerología, suponiendo que la colocación de las notas de Bach tiene un significado religioso o masónico oculto.
Más allá de lo oculto, sigue siendo una pieza que los músicos y amantes de la música escuchan una y otra vez por lo sublime que es.
Antonio Vivaldi – Stabat Mater
Han habido muchas recreaciones que representan la escena de la Virgen María a los pies de la Cruz. El Stabat Mater (De pie la Madre), es una de ellas. Es una plegaria compuesta en el Siglo XIII y cuyas palabras han sido musicalizadas.
Una de las más bellas es la de Il Prete Rosso -el Monje Rojo-, Antonio Vivaldi.
El compositor es mejor conocido por su concierto para violín, Las Cuatro Estaciones, pero esta pieza nos habla de la riqueza y versatilidad del italiano.
El primer movimiento de Stabat Mater de Vivaldi se usó en la banda sonora de la película The talented Mr. Ripley.
Giovanni Battista Pergolesi – Stabat Mater
La apertura del sencillo e ingenioso Stabat Mater de Pergolesi, a diferencia del de Vivaldi, pone a dos cantantes en un contrapunto disonante sobre una pequeña orquesta de cámara.
El dúo crea la extraña sensación de voces que están clamando al cielo.
El compositor italiano, de 26 años de edad, sufría de tuberculosis al momento de componer esta pieza sobre una madre que observaba el dolor de su hijo.
Murió unas semanas después.
G. F. Handel: Messiah HWV 56
Esta pieza del compositor alemán es bastante famosa por su coro: “¡Aleluya! ¡Aleluya!” .
Handel comenzó a componer el Mesías en 1741, y tardó 14 años en llegar a la versión que hoy conocemos.
El primer tercio de la obra nos cuenta el nacimiento de Jesús.
El segundo acto cubre la muerte de Jesús y el tercero se centra en su resurrección.
Como tal, la pieza se concibió originalmente como un trabajo para la Semana Santa y se estrenó en la primavera durante la temporada de Cuaresma. Sin duda es indispensable.
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