¿A quién se le ocurriría escuchar música antigua?

¿A quién se le ocurriría escuchar música antigua?

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Nos hacemos eco de esta entrevista a Ramiro Albino, el joven músico que el otro día llenó el Teatro Colón.

Hace unos días, uno de sus espectáculos de música antigua, dejó repleto el teatro mayor de la Argentina. Conocé en esta nota a un artista tan talentoso como desconocido. Multifacético, inquieto, soberbio, estudioso, convencido: así es este joven mendocino un poco conocido y muy poco recompensado.

Ramiro Albino tiene 42 años y, por la calle, uno podría confundírselo con un vendedor de seguros, un cura en día feriado o un empleado del Correo Argentino. Sin embargo, es un exquisito de la música que, de tan reconcentrado, deja pasar ante sí el mundo, para que no lo moleste en su recreación mental de la música de otros siglos, casi de otros mundos, se diría.

Hace poco, con “Capilla del Sol”, un grupo de música del Barroco de Buenos Aires, que dirige desde Mendoza, puso repleto de proa a popa el mismísimo Teatro Colón, con 2500 personas que aplaudieron de pie una música venida de partituras seculares, casi escondidas en las bibliotecas de Europa.

Es, claramente, un tipo para tener de referencia. O digámoslo así: para admirar, para conocer y para escuchar. Sus palabras son como él: elegidas; porque como sus músicas, las elige y las elige soberbias y convencidas, como él. Escuchémoslo.

* Cinco siglos: “Yo quería ser pianista y mi madrina, siendo yo muy pequeño, me regaló una guitarra y me mandó a un profesor, pero no resultó. Lo que me atrapó en un primer momento fue la flauta. Ahora, también me arriesgo con el arpa y puedo tocar un piano. También canté en coros y di clases de canto y hasta he dirigido coros, pero no estoy recibido. Lo que hago es buscar lenguajes y quiero ir más allá; tengo que aprender. El concierto tal como lo conocemos es obsoleto. No podemos presentar música del siglo XVI, cinco siglos después, del mismo modo”.

* Cantares y decires: “Estudié en el Magisterio y después en el Colegio Universitario Central e hice la carrera de Diseño en la UNCuyo y, en Buenos Aires, completé estudios en el Conservatorio Nacional de Música. Ahora, dirijo grupos de música antigua: ‘Capilla del Sol’ de Buenos Aires, ‘Cuyos Ayres’ de Mendoza y otro como invitado, ‘De profundis’ de Montevideo. Además, tengo un dúo con Griselda López Zalba (foto), con quien estreno el espectáculo «El cantar de los decires» (mañana viernes 27 y el sábado 28, a las 20, en La Nave Cultural, vecina al Parque Central, de Ciudad) el espectáculo ‘El cantar de los decires’, un show íntimo sobre historias bellas, con arpa y la voz incomparable de la soprano Griselda López Zalba”, sigue.

* Necesidades: “Los que amamos la música antigua somos puristas. Buscamos el contexto de la música para reconstruir un sonido histórico, buscando fuentes textuales y contextuales. Nos preguntamos cómo eran los espacios, el clima, la temperatura, las biografías, el ruido, las cartas… todo. Sin embargo, es claro que la gente necesita arte, pero no necesariamente música antigua”.

* Recompensas: “Llenar el Teatro Colón , ver gente parada en el paraíso, es muy reconfortante. Y también comprobar que mis ideas y gustos se ven plasmados en algo que tiene éxito. Sin embargo, también es cierto que económicamente no me siento recompensado. Aquí no existe el sostén económico. Lo que hacemos no les interesa a los gobiernos municipal, provincial o nacional. Nosotros inventamos todos los días las maneras de sobrevivir”.

* 280 pesos: “Ahora hay mucha música y mucha música en vivo, de toda clase de música. Además, está la televisión e Internet. ¿A quién se le ocurriría escuchar música antigua? Hay muy poca gente siguiendo nuestra música. En otros países, el negocio está mejor planteado. Hay festivales y representantes, aquí, no. Hace poco, con el grupo Cuyos Ayres, dimos un concierto de maravilla, luego de seis meses de ensayo… Y cada músico ganó por eso 280 pesos…”.

* Espacios: “Me interesa mucho la economía de recursos que presenta la música del Barroco (siglo XVI). Sin embargo, recuperar esos sonidos lleva meses de estudio. Yo sé lo que quiero que pase con esa música y, cuando estoy seguro, avanzo, incluso, estudiando la géstica de la época y observando la postura de la gente en los cuadros de esos años. He podido tocar en castillos, catedrales, palacios, iglesias y siempre tratando de recuperar lo que se vivía en esos espacios”.

* Revolucionarios: “Hoy también se está componiendo muchísima música llamada ‘clásica”, pero todavía nadie me rompió la cabeza, como me ocurrió con Monteverdi, un verdadero revolucionario de la música. También los venecianos fueron grosos, Andrea y Giovanni Gabrieli… Y Lodovico Viadana”.

* Llenar el Colón: “Tengo 14 años de radio en Buenos Aires, haciendo programas de música antigua y también escribiendo en el Herald, cada semana de mi vida. No debería decirlo yo, pero soy referente de esta música allá; me conocen, envié miles de mails. Y el grupo Capilla del Sol que dirijo, está compuesto por reconocidos músicos de allá, son primeras figuras de la escena nacional. Además, el equipo de prensa del Colón es muy bueno. Creo que por todo esto se llenó el Colón”.

* Modernos: “La música que me gusta es un tesoro: toda música hermosa que quedó guardada hasta hace pocas décadas y ahora se ha puesto ‘de moda’. Ahora, es más moderno tocar Vivaldi, Haendel y Monteverdi, que tocar Mozart, Beethoven o Wagner. Hay mucha música en cajones y hay ediciones que nadie ha hecho, porque muchas veces se trata de materiales muy malos. En esos casos, nosotros ‘vestimos’ ese material. Y ahí en esto un trabajo creativo inmenso. A mí me encanta descubrir materiales perdidos”.

* Improvisación: “La música antigua tiene una base, que es la partitura y que contiene los condimentos de su época, pero gran parte se entrega a la improvisación, según los parámetros de esa época, tanto para el cantante como para el instrumentista. Es una música que te permite crear con lo que tenés a mano”.

* Músicos: “Aquí hay buenos músicos, pero son muy pocos. En nuestro ramo, todo el mundo, en algún momento, hizo barroco, pero lo hizo generalmente mal. El planteo erróneo viene desde la misma universidad. Ahora, de a poco se va entendiendo que la música del Barroco es una especialidad en sí misma”:

* Proyectos: “Con Capilla del Sol ya tenemos agenda 2013 y 2014. Vamos a ir a Estados Unidos y tenemos conciertos en Buenos Aires. Con ‘De profundis”, de Uruguay, iremos a Perú. Con Cuyos Ayres, de Mendoza, tenemos la intención de ir a Buenos Aires, San Juan y San Luis. Con Griselda López Zalba, fuimos a San Rafael y vamos a Buenos Aires y posiblemente a Rosario y Montevideo. Además, estoy armando un programa solitas con imágenes y música holandesa del siglo XVII. Y estoy terminando un libro para acercar repertorios al público”.

Fuente y más info: Ulises Naranjo.

2 Comentarios sobre “¿A quién se le ocurriría escuchar música antigua?”

  1. Ramiro Albino dice:

    Gracias por postear este artículo sobre mí! (me gusta la foto, de peregrino y pintando en Puente la Reina…. nada que ver con el resto del artìculo!!!! jajajaj)

  2. cesar dice:

    avisen cuando vienen a Lima!

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