La música no es fútbol
Una noticia llamó mi atención el día 31 de octubre.
La renuncia del músico Jordi Savall (uno de los grandes de la música antigua) al Premio Nacional de Música en España, acusando a las autoridades de “dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y promoción del arte y de sus creadores”, además de “menospreciar a la inmensa mayoría de músicos que con grandes sacrificios dedican sus vidas a mantener vivo el patrimonio musical hispánico milenario”.
El rechazo al premio tiene dos antecedentes.
El del escultor Santiago Sierra en 2010, al Premio Nacional de Artes Plásticas, y el escritor Javier Marías, que en 2012 hizo lo propio al no aceptar el Premio Nacional de Narrativa.
El desacuerdo ante la política del Ministerio de Cultura español es una llamada de atención para quienes dirigen los derroteros de las políticas culturales en cualquier parte del mundo.
Es impropio pensar que la cultura es una dama de la aristocracia.
La cultura se debe acometer con la misma seriedad con que se abordan otros temas de la política nacional: Economía, educación.
Por otro lado, si la música fuera fútbol, como lo expresara un columnista –y pudiéramos considerar lo mismo hacer una cuauhtemiña que un trémolo perfecto y suplir a cualquier músico de la orquesta sólo porque el director “técnico” así lo determina (como en un partido de futbol que se va perdiendo), entonces deberíamos de apelar (entre otras cosas) a la máxima de que sólo pueden alinear cinco extranjeros por partido.
“¡Ah divino Messi, cómo te verías tocando el violín!”
Escrito por RODRIGO RUY ARIAS
Es este país, la música, y sobre todo la culta, nunca será seguida masivamente como el fútbol, por desgracia. Y quede claro que el fútbol me gusta, hasta que llega J.S. Bach, por supuesto 🙂 La actitud del Ministerio de Cultura y de la Conselleria de Cultura catalana me temo que son el fiel reflejo del sentir de la mayoría de la población a la que, tristemente, le trae sin cuidado la música, y la clásica en particular. Quizás suene condescendiente e incluso pedante lo que afirmo, pero es que esto lo sabemos y lo vivimos desde hace años los melómanos, no nos coge por sorpresa. Es lo que hay.
¿»En este país, la música, y sobre todo la culta, nunca será seguida masivamente como el fútbol, por desgracia?.»
Gracias al cielo… por suerte, no por desgracia. Si la música entre otras artes, estuviera masificada, con toda certeza, se destruiría. La masa lo destruye todo. La espiritualidad, la belleza, TODO. Dejemos que la MASA, siga berreando con el fútbol y que nos deje a los demás disfrutar de la música y otras maravillas creadas para «privilegiados», sentimentalmente hablando.
Oee oe oe oeee